El remozado merendero del padre Damián ya luce en la Alameda

Carmen, Pilar y Josefina Paz revivieron ayer en la Alameda Vieja las largas tardes de juego en la finca que su padre, Antonio Paz Partida, regentaba en la carretera de Cartuja. El merendero allí reubicado era el lugar de sus juegos antes de que el tiempo le enviara al olvido durante años.

Las tres mujeres, acompañadas de parte de su familia, acompañaron a la alcaldesa de Jerez, Pilar Sánchez, en la inauguración de esta bonito templete que ya en su primer día consiguió el beneplácito de los turistas que no dudaron en acercarse al mismo para hacerse las fotografías de rigor. Carmen, Pilar y Josefina contemplaron el gran trabajo realizado por la empresa Manzano, que ha servido para devolverle la vida y la mejor de las apariencias al merendero por cuyas barandillas se deslizaban "entre las regañinas de nuestra madre".

Pilar Sánchez -que acudió al acto acompañada de los concejales África Becerra, Antonio Fernández Ortega y Juan Pedro Crisol- expresó ayer su satisfacción por la recuperación de un trocito del patrimonio de Jerez "que fue construido en 1903 y que ha costado 100.00 euros (con cargo al Fondo Estatal de Inversión Local y un plazo aproximado de ejecución de unos tres meses) ponerle de nuevo en valor y devolverle a un primer plano en sus facetas tanto histórica como turística". Otro aspecto destacado por la primera edil fue que la construcción se complementa a la perfección en una zona monumental donde se encuentran el Alcázar, el conjunto bodeguero de González Byass y la Alameda Vieja.

El merendero -que por su altura y particular ubicación puede ser utilizado también como mirador- será cerrado por las noches para evitar que se convierta en un dormitorio de indigentes, algo que ya se padece en el templete principal todas las noches cuando el tiempo acompaña.

La recolocación del templete de fundición en su nueva ubicación ha sido posible gracias a, entre otras actuaciones, las tareas de limpieza de todos los elementos, la construcción de la cimentación y la peana de apoyo; el montaje de la unidad en su nuevo lugar de ubicación; la ejecución de la entreplanta de hormigón armado; la aplicación de tratamiento protector a todo el conjunto y el remate perimetral. Como ha quedado dicho, el merendero data de 1903, y , según el Ayuntamiento, "constituye uno de los ejemplos más innovadores y poco peculiares de la arquitectura en hierro en la ciudad. Tras múltiples emplazamientos, el Ayuntamiento los rescató de la casa de ejercicios espirituales del padre Damián situada en la carretera de la Cartuja". Cabe destacar que el merendero fue donado al sacerdote por sus antiguos propietarios, la familia Paz, algunos de cuyos miembros estuvieron ayer presentes. Dicha familia poseía una pequeña finca en las inmediaciones del Parque González Hontoria, lugar donde se encontraba el templete y desde donde se observaba el recinto ferial. Era cuestión bastante común el poseer este tipo de construcciones o reservados en las pequeñas fincas de recreo que la emergente clase burguesa jerezana se iba construyendo en las afueras de la ciudad. En este caso fue absorbida y donada a la diócesis para la construcción de la Parroquia de las Nieves.