Sin rumbo tras Cabo de Plata
temporada de festivales
Los jerezanos se acuerdan de la cita barbateña tras cancelarse Alrumbo
Muchos jóvenes jerezanos se han quedado sin plan para esta semana. Todos aquellos que tenían pensado que Chiclana sería su destino en la semana que ocupa del 10 al 15 de julio vieron el pasado sábado como sus esquemas se iban al traste. La cancelación de Alrumbo dejaba mucho más que una semana vacía en el calendario; sin saber qué hacer. La inversión realizada para acudir a este festival y el coste de oportunidad, las grandes preocupaciones de muchos de los jerezanos.
"Hubiéramos ido a Cabo de Plata", afirmaba ayer Marta, lamentándose por haberse quedado sin música en julio tras haber elegido Alrumbo antes que el festival de Barbate. No era la única. Había quien pensaba que estos dos festivales no competían entre sí en fechas, sin embargo, parece que no ha sido así. El coste de oportunidad se hacía patente y ningún economista habría podido explicarlo mejor que con este ejemplo. Al menos, son de Jerez, no habían comprado su entrada con camping y el dinero les será reembolsado por los cauces legales pertinentes.
Peor situación tenía ante sí María. Tras decidir que no quería ir a Cabo de Plata cuando ya había sacado las entradas, optó por revenderla. En este mercado le ofrecieron lo que le había costado por ellas, pero encontró una oferta que le convenció más: cambiar dos entradas de la cita barbateña por otras tantas para ir la semana siguiente a la de Chiclana. Al final, ni festival, ni dinero, al menos de momento.
Y es que aquellos que compraron la entrada en la reventa no podrán reclamarle nada a la empresa organizadora. El consuelo de María, al menos, es que "conozco a la chica y me ha dicho que cuando le ingresen el dinero me pagará las entradas de Cabo de Plata". Lo único: no sabe cuándo.
A la hora de buscar culpables, los más acostumbrados a acudir a festivales no se terminan de creer la versión oficial y con el paso de las horas el Ayuntamiento de Chiclana suma apoyos. María lo compara con la cita estrella del verano, el Dream Beach: "20.000 entradas son muy pocas en realidad". Solo hace falta mirar los datos de entrada de años anteriores para darse cuenta de que es cierto: en 2016 fueron 160.000 asistentes a Alrumbo. Jairo cree que la burbuja 'festivalera' tenía que pinchar, aunque cree que el consistorio chiclanero obra muy mal al pararlo todo a solo dos días del festival. Eso, o la organización es "malísima".
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