Las tareas de hoy: reforzar las materias y disfrutar

Cruz Roja lleva casi un año con el programa de apoyo escolar, una actividad que fomenta la convivencia y persigue que los niños no sufran fracaso escolar y absentismo

Las tareas de hoy: reforzar las materias y disfrutar
María Valero /Jerez

19 de mayo 2013 - 09:15

En esta clase a la voluntaria también se le llama ‘seño’ y se saca punta a los lápices para rematar las cuentas de multiplicar. En esta clase los libros se subrayan y se revisa la agenda para comprobar que la tarea se ha terminado. En esta clase se aprende, se refuerza y se disfruta, porque aquí en el aula de Cruz Roja se trabajan tanto las matemáticas como la solidaridad, el compañerismo, el juego, la cultura y ser cada día más feliz.

El proyecto de apoyo escolar de Cruz Roja es una de las iniciativas de la organización dentro de ‘Lucha Contra la Pobreza’ para mitigar los efectos de la crisis en la ciudad. Éste es uno de los proyectos que se enmarca además en el llamamiento solidario ‘Ahora + que nunca’, la campaña que lanzó el pasado año Cruz Roja Española para pedir apoyos a la sociedad con las que extender su trabajo a un mayor número de personas. Los fondos obtenidos con este llamamiento van directamente a cofinanciar este tipo de proyectos.

¿Por qué apoyo escolar se enmarca en el proyecto ‘Lucha contra la Pobreza’? Pues porque el objetivo es combatir la exclusión social desde un punto de vista distinto al reparto de alimentos, que por otro lado, Cruz Roja también cubre. En este caso, el objetivo es atender a un colectivo también vulnerable, como son los menores, que se ven igualmente afectados por la crisis. El fin es que estos jóvenes, que pertenecen a familias en dificultad social, no sufran fracaso escolar y absentismo porque sus padres no puedan dedicarle el tiempo que necesitan o le sea imposible asumir el gasto de un refuerzo con un profesor particular.

Verónica Rey, técnico de Intervención Social, remarca que “no damos clases particulares, sino que les apoyamos en el estudio, repasamos con los chicos las tareas, les motivamos para que mejoren su autoestima. Aquí no se trabaja sólo lo académico, sino que damos mucha importancia a la motivación en el estudio y en los hábitos de vida saludable”. El emocionante y didáctico proyecto entró en funcionamiento en Jerez en septiembre de 2011, y en la actualidad ofrece apoyo escolar a 39 niños. Dos veces por semana acuden a la sede de Cruz Roja donde el voluntariado (15 personas en total) le ayuda a repasar las materias de Lengua y Matemáticas, y lectura comprensiva.

Una de las personas que mejor conoce a los jóvenes es Mercedes Ramírez, voluntaria referente del proyecto. Esta mujer positiva colabora con Cruz Roja desde hace cuatro años y reconoce que “siempre, siempre, siempre quise estar en la organización. Desde que entras aprendes muchísimo y conoces una realidad que pasa desapercibida para la mayoría”. Mercedes adora a todos “mis niños” porque para los voluntarios que participan en el proyecto, “esto es una gran familia”. “Los comienzos fueron algo difíciles, como en todo proyecto que nace de la nada, pero ahora va todo genial. Tenemos a niños de distintas culturas y son súper cariñosos. Todos son especiales, yo alucino cada día que nos vemos. Por eso también intentamos que una parte importante sea la convivencia”, relata Mercedes.

Bajo la intención de fomentar no sólo el estudio sino las relaciones entre los niños y cubrir sus necesidades, en el aula de Cruz Roja se celebran cumpleaños (hasta le dan regalos), les ponen la merienda, hacen excursiones, juegan..., “aprendemos en valores, tanto ellos como los voluntarios. Con estas clases no intentamos competir con nadie, aquí estamos para cubrir una necesidad, para que nuestros pequeños no estén solos, aprendan a hablar con respeto, saluden”, apunta la voluntaria referente.

Y los resultados se ven. Carmen es madre de dos niños que forman parte de este programa y reconoce que es un proyecto “maravilloso en todos los sentidos”. A esta madre soltera y trabajadora le resulta más que complicado poder dedicarle a sus hijos el tiempo que ellos necesitan para los estudios. “Desde que están con Cruz Roja se entretienen y hacen las tareas. Además se relacionan con otros niños, los cumpleaños son muy especiales, porque claro, en casa no andamos en la abundancia y gracias a Cruz Roja tienen su fiesta”, apunta esta madre, quien añade además que “cuando entran en la clase sé que están cuidados y que los voluntarios están pendientes de ellos en todo momento. Es una seguridad muy grande”.

Y no sólo eso, sino que los progresos académicos son evidentes. Carmen cuenta que su hijo pequeño “no sabía multiplicar y aquí le enseñaron. Cuando ha tocado aprenderlo en su colegio él iba adelantado y le ha resultado hasta divertido hacer las cuentas. Además, el intercambio cultural es muy beneficioso para ellos, y que cada uno de los chicos cuenten sus experiencias normaliza muchas situaciones familiares. Ya no se ven los ‘raros’. Así que no puedo decir más que cosas bonitas de este proyecto”.

Cruz Roja sabe que un pilar fundamental es la familia y por eso está a punto de ‘nacer’ la Escuela de Familia, otra actividad que trata de dar una respuesta más integral interviniendo directamente con el núcleo familiar, trabajando tanto la socialización de los niños como la información y orientación a los padres, y desarrollando distintas sesiones informativas y formativas de las que se beneficiarán padres e hijos. ¿Hay algo que se le escape a esta organización? Cada día demuestran que no, que el trabajo voluntario por los demás es la mejor medicina en tiempos de crisis.

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