La batalla
El valor de la cercanía
Puntos de vista | 40 Aniversario Diario de Jerez
En este año en el que se cumplen cuarenta del nacimiento de Diario de Jerez, además de expresar a sus responsables mi felicitación por una trayectoria que ya alcanza la madurez, me gustaría reflexionar, siquiera sea brevemente, sobre el valor actual de la prensa local, hoy, según mi criterio, más necesaria que nunca.
Son varias las razones que le otorgan ventaja sobre los grandes medios. Así, aporta un contenido de gran calidad, dada la proximidad a la noticia de quien la cuenta y a pesar de las condiciones casi siempre mejorables en las que lo hace. Narra –y esto me parece esencial– lo que en realidad interesa: reseñas, entrevistas y reportajes cercanos, centrados en lo nuestro, en aquello que constituye nuestra vida diaria, consiguiendo de este modo un grado de emoción y complicidad en el lector inaprensible para la información generalista. Por esa misma causa construye una barrera más sólida ante dos fenómenos que están haciendo perder credibilidad a la prensa de ámbito nacional: de una parte, aparecen pocas fake news, fácilmente desmontables en un círculo menos extenso y más conocido; de otra, tampoco parece demasiado sensible a la polarización, un error que está agostando el mensaje periodístico, alineado y hasta militarizado. Por último, como señala Raquel Amarelle, este modo de periodismo posee el plus de su enfoque. No importa tanto el soporte como el enfoque. Por eso se adapta a cualquiera de aquellos y consigue que las redes sociales no sean su competencia, sino su tándem perfecto.
He destacado al inicio la carga emocional. En verdad esa carga surge en la medida en que se hable de cuestiones que nos incumban y que ocurran en nuestra cercanía. De este modo, con contenidos que equivocadamente pudieran calificarse de “poco serios”, se crea tejido social, sensación de comunidad. Además de vehiculizar empeños colectivos, provee del pegamento que une a una sociedad en la que la gente se ve a sí misma como participante de un proyecto junto con otros a los que conoce, entiende y le importan.
Contrastan todos estos argumentos favorables con la crisis permanente en la que la prensa local vive. Son demasiadas las cabeceras desaparecidas. Esta dinámica se quiebra, entiendo, con valentía y sentido del riesgo. Hay que encontrar fórmulas que permitan la continuidad, porque el usuario, no lo duden, quiere estar permanentemente informado de lo que sucede en su entorno, antes y más que de las grandes batallas lejanas y ajenas a sus rutinas.
Todo cuanto antecede es aplicable a nuestro consolidado Diario de Jerez, testigo íntegro de lo que pasa en nuestra ciudad. Es el valor de la cercanía lo que lo hace perdurar, lo que le concede protagonismo en este Jerez nuestro que quiere saber de sus hechos, lances e historias. Ojalá que, comprendiendo lo que es y lo que representa, encuentre un futuro despejado para su insustituible labor. Vaya desde aquí, junto con este sincero deseo, mi agradecimiento por cuatro décadas de trabajo bien hecho, compromiso y objetividad.
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