A vueltas con las semillas

La Asociación de Semillas (Aprose) de nuevo se ha decidido a incidir en la idea del desacoplamiento parcial de las ayudas, esta vez la semillera da un paso más y no sólo se refiere al algodón, como en declaraciones anteriores, sino que aprovecha para extender la idea a todos los cultivos. Segundo batacazo.

Sobre el algodón, no hace falta volver a repetir que mantener las ayudas acopladas es mantener a los algodoneros estancados y sin viabilidad. Asaja ya ha argumentado suficientemente este aspecto pero como la Asociación de Productores de Semillas se empeña en seguir metiendo cizaña, habrá que recordarles que ya es hora de erradicar la filosofía que algunos, como ellos, tienen del "cultivo de las ayudas". Es decir para algunos lo importante es recibir la ayuda y "dame pan y dime tonto". En este nuevo envite, Aprose también propone mantener un año el desacoplamiento parcial. Eso es buenísimo si el sector estuviera interesado en vivir la agonía y en quedarse paralizado ante los cambios propuestos por Europa pero de los avestruces se ha contado poco en la historia. Además, fomentar la idea del "cultivo de las ayudas" no beneficia ni a los agricultores ni a la imagen que éstos proyectan a la sociedad. Cansado está el sector de ser el culpable de todos los males de la humanidad como para andar haciendo campaña para que la sociedad los lapide. Un poco de cordura. Por no comentar que, oh casualidad, la Comisión Europea ha remarcado que a España le habría ido mejor con el desacoplamiento total de las ayudas.

Qué pena, penita, pena que existan personas que utilizan las ayudas acopladas para seguir viviendo de la sopa boba y actúan como pedigüeños y viven sin pegar un sello y sin aportar su esfuerzo a la sociedad. Este comportamiento a corto y medio plazo desencadena un paro en el engranaje, una ralentización de la innovación y un oscuro futuro para todos. A Aprose sólo hay que decirle tres cosas, un poco de memoria, un poco de documentación y, sobre todo, un poco de perspectiva de futuro porque el pan de hoy puede ser el hambre de mañana.