La segunda prueba del Mundial de MotoGP en el circuito indonesio de Mandalika fue un absoluto desastre para Honda. Marc Márquez sufrió varias caídas durante el fin de semana y la espeluznante del domingo durante el warm up lo mandó al hospital, le impidió correr y finalmente le ha provocado un nuevo episodio de diplopía, sin fecha para su reaparición.

Pol Espargaró fue el mejor de la fábrica nipona en un discreto 12º lugar, uno más abajo clasificó Álex Márquez mientras que Nakagami fue 19º en un absoluto naufragio de Honda. Nada que ver con los buenos resultados obtenidos en Qatar, donde el de Granollers fue tercero y Márquez quinto.

A Alberto Puig, manager de HRC, no le ha temblado el pulso a la hora de señalar a Michelin como culpable del mal rendimiento del equipo en Mandalika. En ese sentido también se pronunció durante el fin de semana Pol Espargaró, señalando a la suministradora francesa, que llevó a Indonesia un neumático de 2018, como responsable.

"Marc tuvo muchas caídas y no pudo correr", señalaba Puig, que añadió: "En la pretemporada fuimos muy rápidos y luego, de repente, Michelin cambió el neumático y nuestra moto también cambió por completo. Todavía no entendemos completamente qué sucedió y tendremos que discutir profundamente con Michelin la situación de los neumáticos. Pasar de ser muy rápidos hace un mes a la situación en la que hemos estado este fin de semana es muy difícil para nuestros pilotos y cuesta ser consistentes y tener confianza". "Vinimos aquí hace unas semanas, éramos rápidos y ahora somos lentos. Vamos a ver. Necesitamos entender qué pasó con el neumático Michelin, necesitamos tener una conversación profunda con ellos", incidió el manager general de HRC.