Motociclismo

Un ruido celestial

  • Jerez, en silencio en el fin de semana de la fiesta motera del Mundial

El monumento a Ángel Nieto, junto a la entrada del Circuito de Jerez y sin aficionados en el fin de semana en el que debía disputarse el Gran Premio.

El monumento a Ángel Nieto, junto a la entrada del Circuito de Jerez y sin aficionados en el fin de semana en el que debía disputarse el Gran Premio. / Vanesa Lobo

Jerez vive en silencio un fin de semana que, como es tradición desde 1987, hubiera sido un hervidero de visitantes ataviados con cascos y monos a lomos de sus monturas, rodeados del ruido de motores y del olor a gasolina para vivir una fiesta, la del Gran Premio de España, que este año ha dejado en suspenso la crisis sanitaria.

Los organizadores de la prueba, puntuable para el Campeonato del Mundo de Motociclismo, la han aplazado sin fecha debido a la pandemia de la COVID-19, lo que ha dejado a Jerez sin ese sonido tan característico de los propulsores de las motocicletas que inundan la ciudad cada mayo desde hace tres décadas.

El año pasado por estas fechas, Jerez aumentó su población de 212.000 habitantes en más de un 18 por ciento, según datos de la empresa pública Turismo Andaluz, ya que en la edición de 2019 del Gran Premio visitaron la que se conoce como 'capital de las motos' 39.102 turistas aficionados al deporte de las dos ruedas.

Se estimó que el gasto total efectuado por estos viajeros fue de 9,4 millones de euros, extrapolándose el impacto total a cerca de 50 millones, por lo que el aplazamiento, por el momento, de las carreras supone un golpe muy contundente a la economía de la zona.

La mayor presencia de turistas respecto a 2018 fue paralela a un desembolso superior, al situarse el gasto medio diario en 81,48 euros por persona.

Según sus organizadores, el público asistente para ver de cerca a Marc Márquez, Andrea Dovizioso o Maverick Viñales alcanzó en la pasada edición su máximo de afluencia el domingo de carreras, con 75.047 espectadores en el Circuito de Jerez-Ángel Nieto.

La patronal hostelera de Cádiz (Horeca) admitió el pasado marzo, antes del aplazamiento de la prueba jerezana, que para el sector supondría un "mazazo" el que no se celebrase.

El presidente de Horeca, Antonio de María Ceballos, afirmó entonces que el sector hotelero tiene una "especial dependencia" de la actividad que genera el circuito jerezano.

El Gran Premio de España de Motociclismo supuso en la pasada edición la ocupación plena en los hoteles y alojamientos de Jerez y porcentajes que rondaron el 95 por ciento en poblaciones cercanas como El Puerto de Santa María, Chipiona, Rota, Sanlúcar de Barrameda, Arcos de la Frontera, Puerto Real, Cádiz, San Fernando o Chiclana de la Frontera, según los datos ofrecidos.

Para más inri, estas cifras eran previsiblemente mejorables este año, en el que el viernes coincidía con la festividad del Día del Trabajador y se unía a un fin de semana de sol y de temperaturas altas que invitaban a la máxima presencia de moteros en una provincia y una ciudad que añoran su Gran Premio de España.

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