GP de Jerez

Diablos sobre ruedas

Un motorista hace un caballito tras una adelanto temerario a un turismo en presencia de público que celebra la maniobra.

Un motorista hace un caballito tras una adelanto temerario a un turismo en presencia de público que celebra la maniobra. / Miguel Ángel González

Se esperaba un posible adelanto de la avalancha de motoristas este año por la coincidencia del Mundial con el puente festivo del 1º de Mayo y el Día de la Comunidad de Madrid, pero el único atisbo de anticipo de fiesta motera fue el bochornoso espectáculo que ofrecieron el martes por la noche, un año más, jóvenes motorizados haciendo todo tipo de piruetas en la zona Sur, para más señas en el tramo final de la avenida Blas Infante, en dirección hacia el polígono de El Portal. El episodio se repetió esta noche en la misma avenida y en la explanada junto a la antigua azucarera de Guadalcacín donde había cientos de jóvenes presenciando el improvisado espectáculo motero. 

Las mal llamadas 'carreras ilegales', pues se trata más bien de una exhibición temeraria y ruidosa en la vía pública por parte de jóvenes, algunos venidos de localidades vecinas como Trebujena y Lebrija, al mando de ciclomotores, motocicletas, motos de cross, quads... y hasta turismos que ponen en riesgo su integridad y la de cualquiera que se tope con ellos tienen en jaque a las fuerzas de seguridad, que según reconoce el Inspector Jefe de la Policía Local, Javier Andrada, hacen lo que pueden por disuadir a estos grupos, aunque sin demasiado éxito por la facilidad con la que escapan en sus vehículos circulando en dirección prohibida y por encima de las aceras para trasladarse a otro lugar en el que continuar con sus correrías.

El asunto fue abordado en las reuniones de la junta local de Seguridad, pero a la vista está que sin resultados hasta la fecha para poner fin a unas prácticas que vienen registrándose desde que acabó la Semana Santa y que posiblemente se prolongarán hasta el viernes, cuando lleguen los refuerzos del dispositivo especial del Gran Premio de España y el aumento de la presencia policial en las calles permita intimidar a los autores de estas tropelías contra los que, a lo sumo, Andrada reconoce que, a parte de la intervención de algún que otro vehículo y la denuncia por infracciones administrativas, poco más pueden hacer.

El 092 asegura que muchos vecinos jóvenes alientan estas prácticas e incluso lanzan objetos a los agentes

Según el responsable del 092, la inmensa mayoría de estos jóvenes motorizados son “lugareños, los mismos de todos los años desde que se celebra el Gran Premio, que mal interpretan lo que es una moto” y a los que alientan otros vecinos, generalmente jóvenes también, a los que “sólo les falta bajar el sofá” para presenciar el espectáculo y que incluso “han llegado a lanzar objetos” a las fuerzas de seguridad. Estas conductas vienen heredadas de los primeros años del Mundial “en los que se dio absoluta libertad a los moteros para hacer lo que les daba la gana”, afirma el mando policial.

La Policía Local y la Nacional, que colaboran en el control de estas prácticas, tienen hasta agentes de paisano en las zonas habituales de concentración, pero “no es sencillo” acabar con estas exhibiciones, señala el Inspector Jefe, quien asegura que cuando se establecen controles, se cortan las calles o se envían vehículos policiales a patrullar “se quitan de en medio para buscar otro punto de reunión”, ya sea en el polígono de El Portal, en el Parque Empresarial... Y “no se puede detener a nadie por escándalo público; eso ya pasó”.

La junta de Seguridad abordó un problema que se repite cada año desde que se celebra el Mundial y para el que no da con la solución

Otros vecinos de más edad, consultados por este periódico, se muestran indignados con una situación que se repite cada año por estas fechas y que les impide conciliar el sueño hasta bien entrada la madrugada. “Los chavales recorren la avenida a gran velocidad haciendo caballitos, quemando rueda y todo lo que les venga en gana. Empiezan a última hora de la tarde y pueden estar fácilmente hasta la una o las dos de la madrugada haciendo un ruido infernal”, señala una vecina de Santo Tomás de Aquino.

En la ‘quedada’ del martes hubo un accidente aunque sin consecuencias reseñables, asegura Andrada, quien detalla que un vehículo se incorporó a una calle en dirección prohibida, quizás para huir del asedio motero, colisionando con una moto en la que circulaban dos jóvenes. La versión de los vecinos, en este caso de otros dos jóvenes de la zona, es que muchos pensaron que el motorista había muerto porque cayó al suelo y no se movía, hasta que llegó la ambulancia. Los gritos de dolor, cuando lo movieron, se oyeron en las viviendas de muchas de las barriadas que pueblan la zona Sur, aseguran otros vecinos, no sin precisar que “hasta que no ocurra una desgracia no acabarán con esta pesadilla”.

Vecinos denuncian el “ruido infernal” de estas exhibiciones que duran hasta la madrugada

Los vecinos contrarios a este tipo de exhibiciones sobre ruedas prefieren mantenerse en el anonimato por temor a represalias de quienes participan de esta barbarie, con lo que vienen a reconocer que muchos de los partícipes son conocidos del barrio. “Aquí nos conocemos todos incluso por el nombre de pila y no es plan de que alguno de estos niñatos venga a pedirte explicaciones por denunciarlo”, señala otro vecino anónimo de la zona Sur, quien desvela que “este año llevan dos semanas con las carreritas y cada vez que salen arrancan los badenes”, en alusión a los bordos instalados en la avenida Blas Infante para tratar de persuadir a estos vándalos y que este año han tenido que reponer ya en un par de ocasiones, según corrobora el Inspector Jefe de la Policía Local.

“Los badenes estaban esta mañana –ayer para el lector– junto a los contenedores de basura”, señala la propietaria de un establecimiento cercano a la parroquia de San Rafael que también preserva su identidad y a la que interrumpe una clienta y vecina de Santo Tomás de Aquino para apuntar que “esto es un escándalo que no se puede aguantar. Póngalo en el periódico a ver si así hacen algo, porque se ríen de la Policía, escapando por las aceras como locos a punto de atropellar a los peatones en más de una ocasión y vuelven al rato a hacer lo mismo”.

El Ayuntamiento ha tenido que reponer en dos ocasiones este año los badenes de la avenida Blas Infante, que los motoristas arrancan en sus 'quedadas'

“Aquí cerca vive la sobrina de una limpiadora de la Comisaría que tiene un bebé que ayer estaba llorando ‘esmorecío’ del estruendo que hacen las motos”, apostilla la tendera.

En el albergue juvenil de la avenida Blas Infante, los huéspedes también sufren las molestias de esta motorada ilegal, señala una trabajadora de este establecimiento de la Junta de Andalucía, en el que el martes había alojado un grupo de 72 personas, que en este caso no se quejaron demasiado porque “son adolescentes que soportan mejor el ruido”.

A partir de hoy y hasta después de Feria, el albergue estará al completo y con gente de todas las edades, explica la misma trabajadora, que asegura que la avenida de Blas Infante no es el único lugar de la ciudad en la que el martes se vivieron estas escenas. “En la zona del Retiro pasó más de lo mismo. Fue a la una y viente de la madrugada porque miré el reloj después de despertarme por el ruido de los acelerones de una moto parada que suena como si estuvieran disparando”.

Pero este episodio forma parte, más bien, del dilema entre el derecho de los vecinos a descansar y los beneficios que reporta el Mundial, entre los que no entran las exhibiciones de motoristas o 'carreras ilegales', por resumir.

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