Las principales recomendaciones para coger el coche en invierno

Diciembre es uno de los meses que registra un mayor tráfico en las carreteras con motivo de las vacaciones de Navidad. Se trata de una época del año especialmente peligrosa en determinados momentos debido a las inclemencias meteorológicas.

Desde la Dirección General de Tráfico (DGT) se ha editado una revista con las principales recomendaciones para viajar y afrontar la conducción en invierno de forma segura. Estos son algunos de los consejos que ofrece para conducir con lluvia, hielo, nieve, viento o niebla.

En primer lugar, tener el vehículo revisado es una de las garantías para poder circular sin problemas, tal como destacan. "Revisar escobillas, el anticongelante, la batería o los neumáticos es esencial siempre, pero en invierno se convierte en imprescindible", destacan desde la DGT.

Bajo la lluvia

Si el desplazamiento coincide con días de lluvia, hay que tener en cuenta que la distancia de frenado en estos casos se alarga y la visibilidad se reduce. De hecho, la DGT detalla que según diversos estudios la diferencia entre frenar en asfalto seco a 90 km/h y hacerlo con el piso mojado es de 32 metros más. Por todo ello, es imprescindible aumentar la distancia de seguridad en caso de precipitaciones.

Igualmente, hay que evitar las maniobras bruscas, reducir la velocidad y llevar los neumáticos en buen estado. Junto con sistemas de ayuda a la conducción como el ABS, el ESP o el detector de piso mojado.

Con hielo y nieve

La DGT también deja claro que conducir concentrado en la carretera, sin distracciones e intentando anticiparse a las reacciones del coche en un entorno adverso son los mejores consejos para circular con nieve o cuando, debido a las bajas temperaturas, nos podemos encontrar placas de hielo en el asfalto.

Aconsejan, además, circular con marchas largas en situaciones de suelo deslizante, como el que podemos encontrar con hielo o nieve en el asfalto.

La aparición de placas de hielo es algo habitual cuando bajan las temperaturas. De hecho, pueden aparecer en cualquier momento y pillarnos desprevenidos. En ese caso, "hay que levantar el pie del acelerador y no

frenar hasta recuperar la adherencia. Mantener las ruedas rectas al salir de la placa y si es necesario, corregir la trayectoria con el volante".

Por último, dependiendo de los colores de la nieve se debe circular con mayor precaución y tener en cuenta una serie de requisitos para extremar la precaución.

Con poca visibilidad por la niebla

La Dirección General de Tráfico explica que si nos encontramos con un banco de niebla hay varias reglas que no debemos olvidar: nunca pararse en un arcén, encender las luces antiniebla, reducir mucho la velocidad y circular siguiendo las marcas longitudinales de la calzada.

Lógicamente la velocidad en un episodio de niebla no será la misma que si circulamos por una carretera con buena visibilidad y asfalto seco. Lo más recomendable es adaptar esa velocidad a cada circunstancia y en este caso una niebla cerrada nos obligará a reducir y mucho la velocidad de nuestro vehículo.

Asimismo, con niebla, el afán por ver mejor puede que nos lleve a poner las luces largas, pero será contraproducente, ya que la luz larga rebota en el banco de niebla y nos deslumbrará sin conseguir el objetivo.