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Dos menores y una mujer embarazada mueren en otro día de violencia en Palestina

  • Cuatro personas resultan heridas al ser apuñaladas por un ciudadano árabe israelí

Una madre embarazada, su hija de cuatro años y un menor de 13 años murieron ayer en Palestina por un bombardeo y disparos de las fuerzas de Israel, en el undécimo día de la ola de violencia que sacude la región. La madre y su hija fallecieron en un bombardeo israelí en Gaza, en represalia por un cohete lanzado desde la franja, mientras el menor de 13 años murió por disparos de soldados de Israel contra una protesta en Ramala, en Cisjordania.

Ahmed Shakara, de 13 años, falleció por un impacto de bala en el cuello durante una manifestación en el campo de refugiados Al Jalazon, informó a Efe el portavoz del Ministerio de Sanidad palestino en Ramala, Mohamad Awawda, que señaló que otras dos personas resultaron heridas por disparos en esa protesta. La madre y su hija murieron de madrugada en su casa a causa de un bombardeo israelí de represalia por un cohete lanzado la noche anterior desde la franja de Gaza, que fue derribado sobre la localidad de Hof Ashkelón sin causar víctimas.

Según el portavoz del Ministerio de Sanidad en Gaza, Ashraf Al Qedra, su vivienda se vino abajo tras el bombardeo de la aviación israelí con dos misiles aire-tierra que impactaron en las proximidades, y otros cuatro miembros de la familia resultaron heridos.

Se elevan a 23 los palestinos muertos desde que el 1 de octubre se agravó la ola de violencia que había comenzado a principios de septiembre y que tiene como trasfondo la histórica disputa entre judíos y palestinos por la Explanada de las Mezquitas, situada en la zona de Jerusalén ocupada por Israel desde 1967. Los heridos palestinos superan ya el millar, cientos de ellos por munición real o balas recauchutadas. Del lado israelí, cuatro personas han muerto y más de veinte han resultado heridas en este periodo de violencia.

Las protestas populares frente a los puestos militares israelíes en el territorio ocupado, a los que los manifestantes arrojan piedras, cócteles molotov y neumáticos ardiendo, se ven acompañadas por una oleada de apuñalamientos en Jerusalén y en otras ciudades, el último de ellos ayer, en el norte del país, cometido por un miembro de la minoría árabe de Israel.

Cuatro personas, entre ellas dos soldados y una menor de 14 años, resultaron heridas en un ataque con arma blanca que protagonizó un individuo de unos 20 años en Gan Shmuel, unos 50 kilómetros al norte de Tel Aviv. La Policía indicó que la herida grave es una soldado de 19 años y que el autor, reducido por una patrulla policial, es un árabe israelí de una localidad vecina. En otro suceso, a primera hora del día, un agente israelí y una conductora palestina resultaron heridos por quemaduras cuando, según la Policía, ésta hizo estallar un pequeño artefacto que llevaba en su coche adjunto a una bombona de gas. Un testigo palestino citado por la agencia Maan sostiene que no se trató de una explosión deliberada sino provocada por un fallo eléctrico.

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