El senador estadounidense Lindsey Graham anunció su candidatura a las primarias del Partido Republicano para las elecciones presidenciales de su país con un programa centrado en "acabar con los enemigos que nos quieren matar". El senador, que no ha perdido ni una sola elección desde 1994, cuando tenía 39 años, hizo el anuncio de la candidatura en su pueblo natal de Central, en el estado de Carolina del Sur, junto a su hermana menor, de la que cuidó tras la muerte de sus padres.

Graham, que nunca se ha casado y, por lo tanto, no tiene una imagen de familia, algo que se usa de manera recurrente en las elecciones presidenciales estadounidenses, centró su discurso en la política exterior y la seguridad nacional, algo que ha caracterizado sus años de halcón en el Senado. "Quiero ser presidente para acabar con los enemigos que nos quieren matar, no contenerlos, no paralizarlos, sino acabar con ellos del todo", aseguró Graham. "Nunca habrá coexistencia pacífica con el islam radical", aseguró Graham, quien aseguró que la seguridad del país solo puede alcanzarse con "fortaleza".

El senador, que ha pasado un tercio de su vida en el Congreso y es una de las voces más importantes de seguridad nacional, criticó al presidente de EEUU, Barack Obama, por no haber evitado el surgimiento de grupos como el Estado Islámico (EI). "Tenemos que construir defensas allí (Oriente Próximo) para que no sean un riesgo aquí", dijo. Graham advirtió de que no hay mayor amenaza para la estabilidad mundial y estadounidense que Irán: "Tengo la experiencia, la voluntad y el juicio necesarios para detener al régimen más peligroso del planeta", recalcó Graham.

Pese a encontrarse en Central, un pueblo del sur estadounidense de 5.000 habitantes, Graham habló casi exclusivamente de geopolítica, y dibujó un mundo lleno de adversarios de Estados Unidos, como Rusia y China. Graham, que no cuenta por el momento con un gran apoyo para sus aspiraciones presidenciales, dijo que es el candidato más preparado y experto en seguridad nacional, incluida su posible rival en el bando demócrata: Hillary Clinton, ex secretaria de Estado.