Provincia de Cádiz

"La Junta es una estructura clientelar y eso es malo para la economía andaluza"

  • El catedrático de Estructura Económica ha publicado un nuevo libro en el que analiza en profundidad cómo se ha llegado a la crisis económica actual y cómo se puede salir de ella

El catedrático de Estructura Económica Ramón Tamames ha presentado esta semana en el Hotel Monasterio de San Miguel, en El Puerto, su nuevo libro, La crisis económica. Cómo llegó y cómo salir de ella donde habló sobre la presente situación económica en el contexto andaluz, español e internacional.

-Si se dice que España va a salir más tarde de la crisis, ¿qué se puede esperar de Andalucía?

-En Andalucía lo que pasa es que hay un sistema clientelar. La Junta de Andalucía, con todos los respetos personales, es una estructura clientelar que distribuye beneficios para atraer votos y eso no es bueno para la economía andaluza, que no es lo dinámica que podría ser para salir antes de la crisis. Hay demasiado intervencionismo por parte de la Junta. No saldrá más tarde ni más temprano de la crisis, lo hará aproximadamente al mismo tiempo que el resto de España.

-¿Qué puede ocurrir en Andalucía cuando se acaben las ayudas de los fondos europeos?

-Se ha acabado ya para Aragón, para Castilla y León se está acabando, en Galicia se acabó hace tiempo. No va a pasar nada extraordinario porque no tener fondos estructurales significa que se ha crecido y que ya no son tan necesarios. No hay ningún planteamiento patético a medio plazo con eso.

-¿Es el modelo financiero español un modelo internacional a seguir?

-Es un modelo más reglamentado, más supervisado, con menos márgenes de disparates; pero el modelo tampoco garantiza que no haya abusos. Ha habido un gran abuso en la toma de créditos en el exterior que ahora hay que pagar, y por eso no fluye el crédito porque los bancos y las cajas están reconstruyendo sus propios balances.

-¿Para cuándo las sempiternas reformas estructurales?

-Yo creo que para las calendas griegas.

-Si usted dice que el Gobierno no sabe lo que hace y la oposición está con sus problemas internos, ¿quién está capacitado para sacar a este país de la crisis?

-La esperanza del Gobierno es que haya un relanzamiento de la economía mundial que comporte una salida de la crisis en España. Pero la economía mundial va a recuperarse también lentamente. En Estados Unidos los síntomas no son buenos, sobre todo en el lado del desempleo.

-¿Es posible en la situación actual el dialogo social, esos Pactos de la Moncloa II que usted reclama?

-Es posible, pero un diálogo social sin un marco político de un acuerdo en el arco parlamentario como el que tuvimos en el año 1977 es difícil.

-¿Esta crisis tiene nombre y apellidos?

-Es global, es sincrónica y es potencialmente sistémica. Global porque afecta a todo el planeta, sincrónica porque se ha ido produciendo paulatinamente en todos los países y sistémica lo hubiera sido si se hubiera producido un colapso de todas las instituciones financieras que afortunadamente se ha frenado.

-¿Hay personas concretas responsables o todos le hemos asestado alguna puñalada al muerto?

-Hay instituciones, las financieras fundamentalmente, y los promotores inmobiliarios en menor medida porque dependían de las instituciones financieras.

-¿Es la refundación del capitalismo de Sarkozy una opción válida y factible?

-Esas son historias que se cuentan siempre. A Sarkozy un día le da una lipotimia y se olvida de sus tesis sobre la refundación del capitalismo. El capitalismo está cambiando continuamente. Es un gato de siete vidas que se cae y vuelve a resurgir.

-¿La valía de los políticos actuales, a nivel internacional, les hace capaces para solucionar esta crisis que afecta a todo el mundo?

-Como se decía antes, el ejército francés siempre está preparado para ganar la guerra anterior pero no la guerra en ciernes. Eso es lo que sucede. Las reuniones del G-20 no son para salir de esta crisis, son para tratar de prevenir la siguiente. Siempre hay que improvisar medidas porque hay un prontuario para cada clase de crisis.

-¿A día de hoy, como Obama ha dicho hace poco, China seguirá moldeando el siglo XXI?

-A Estados Unidos, en un intento de no perder la hegemonía, en vez del G-20 lo que le interesa es el G-2. Cada día va a haber más relaciones estrechas entre los Estados Unidos y China que viven ya en simbiosis económica y financiera.

-¿El crecimiento de China e India, entre otros mercados, es parte del problema o parte de la solución ?

-No, China y la India han contribuido a frenar la inflación, a crear una estabilidad financiera, no han cometido abusos. Los abusos vienen sobre todo del corazón del capitalismo mundial que es Estados Unidos.

-Propone una moneda única y un gobierno único necesarios para la estabilización de la economía global. De no ser así la consecuencia sería una Tercera Guerra Mundial. ¿Eso es así de categórico?

-Hay que exagerar un poco como decía Ortega: "Pensar es exagerar un poco". Porque si no se hace así no se llama la atención sobre los problemas principales. Si todo se globaliza se tienen que globalizar las instituciones. En parte, ya tenemos dos monedas mundiales, el dólar y el euro. Algo de la crisis se debe al antagonismo de estas dos monedas y a los tipos de cambios muy fluctuantes entre ambas. Hay que ir hacia una moneda mundial. Los chinos ya lo están reclamando. Luego, es cierto que si no hay progresos en la globalización resurgirán las tensiones. De todas formas, la cosa no es tan terrible. El proteccionismo no ha aflorado de la manera tan brutal como lo hizo en la década de los años 30 del siglo pasado.

-Al final, no se avistan grandes cambios, ¿seguiremos igual pero con restricciones?

-No, el sistema internacional es el menos malo posible. Habrá mejoras en la regulación y supervisión financiera internacional. Todo eso puede funcionar un poco mejor que ahora. Y tratar de que la próxima crisis no llegue en siete años, sino que tarde un poco más. Pero van a haber crisis siempre.

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