Cádiz, una ciudad tranquila en líneas generales, tiene picos de conflictividad coincidentes casi siempre con la puesta en libertad de algunos prendas muy populares en los ambientes policiales. Así las noches gaditanas, desprovistas de incidentes por lo general, se soliviantan y llevan la inquietud a algunos profesionales que están obligados a realizar su tarea cuando sale la luna. Entre estos, los que están siendo el blanco del frenesí de los cacos están siendo los taxistas, que están con las carnes abiertas ante la ola de robos que están padeciendo algunos de sus compañeros.

Desde el mes de enero se han producido numerosos ataques contra sus vehículos y una decena de ellos han optado por acudir a la Comisaría Provincial para denunciar lo ocurrido, aunque según la Policía se han producido otros incidentes que no han sido denunciados hasta el momento.

Los ataques contra taxis se iniciaron en el mes de enero, en el que hubo dos denuncias, otra más en marzo y siete de ellas se realizaron en el pasado mes de abril, el más prolijo para los delincuentes. Todas estas denuncias se han realizado por robos a taxis en la vía pública, salvo uno, que fue violentado en el interior de un garaje de la plaza de Madrid.

La Policía Nacional está investigando unos hechos preocupantes y advierten del modus operandi de los cacos. "Esperan el cambio de turno de los taxistas, cuando se trata de conductores asalariados, y tras romper la ventanilla o forzar la cerradura del vehículo se llevan la caja donde está el cambio o la recaudación", dicen fuentes policiales.

Miembros de la Unidad de Delincuencia Urbana de la Brigada Judicial de la Comisaría Provincial de la Policía Nacional de Cádiz están ya manos a la obra para investigar los hechos con el fin de identificar cuanto antes, a través de la declaración de testigos o de imágenes captadas por las cámaras de seguridad de algunos establecimientos, a los causantes de esta oleada de robos a los profesionales del taxi que está causando una gran alarma en el sector.