Mientras desde la Consejería de Turismo se habla de la necesidad de conectar todas las provincias andaluzas con la alta velocidad ferroviaria, la apuesta en el transporte aéreo sigue siendo la terminal de Málaga, como una de las referentes en todo el país, y la mejora de la sevillana. En ésta está en marcha un plan que debe concluir en 2023 con una inversión de 80 millones de euros con el fin de incrementar la capacidad de recepción de pasajeros hasta los 10 millones de usuarios.

Mientras, el aeropuerto de Jerez sigue en la segunda división de Aena, la empresa pública que gestiona este servicio. Para el sector turístico es un elemento esencial para poder captar nuevos mercados de visitantes y. sobre todo, para atraer a un turismo de mayor calidad y, por ello, con mayor capacidad de gasto.

El aeropuerto provincial lleva ya años esperando la ampliación de su pista, que le permitiría acceder a vuelos de mayor capacidad y a trayectos más largos, cuando hoy apenas se cuenta con una veintena de destinos.Una obra de estas características significaría una inversión superior a los 20 millones de euros. El Plan del Aeropuerto de Jerez ha dejado a un lado esta actuación que sí se ejecutará “cuando haya demanda”. Al final, es el pescado que se muerde la cola: la demanda no puede crecer de forma adecuada si no aumentan los trayectos, y éstos en buena parte quedan limitados debido al tamaño del aeropuerto gaditano.

Hasta el pasado mes de septiembre la terminal había acogido a 712.000 pasajeros, aún lejos de los 900.000 que se habían logrado en el mismo periodo de 2019, antes de la pandemia.

La capacidad del aeropuerto es de 1,9 millones de pasajeros. A esta cifra nunca se ha llegado; lo máximo fue en 2007, con 1,6, por lo que no hay perspectivas para ampliar la pista de aterrizaje.

El aeropuerto es, en todo caso, un ejemplo más del amplio listado de infraestructuras necesitadas en la provincia que o bien no se ejecutan o bien las obras se retrasan en el tiempo.

Es lo que ha pasado con Tres Caminos, el punto negro de las carreteras gaditanos en cuanto a caos de tráfico. Parece que, por fin, la operación de remodelación de este núcleo va para adelante. No está mal: se planteó en 2005, hace 17 años. El coste ahora de la obra ronda los 92 millones.