"No vamos a revivirlo, pero por lo menos, quedemos que su nombre y el nuestro quede limpio: él era un chaval atlético, deportista, que no consumía drogas, y por supuesto nadie de su familia le facilitó sustancia alguna". De esta forma se dirigió ayer a este diario el tío y tutor legal del joven que el pasado viernes, amaneció muerto en su celda de Puerto 3, I.F.T., que en realidad tenía 23 años, y no 26 como en un principio se informó. Su familiar contactó con este periódico desde el Juzgado Número 5 de El Puerto, al cargo del caso, donde aguardaba para entrevistarse con la juez responsable. La familia del joven fallecido está dispuesta a llegar hasta las últimas consecuencias para aclarar lo ocurrido, y tiene previsto interponer una denuncia contra los responsables de la prisión, y por ende, contra el Estado. Su tío, V.M.F., no ocultó que, según le han notificado los forenses, y se habría reflejado en la autopsia, en el cuerpo del joven fue hallado un "blister de metadona", es decir, la cápsula de plástico en la que se dispensan habitualmente las pastillas. Pero aseguró que la víctima no era consumidor de drogas, sino todo lo contrario: "le habían hecho hasta encargado del gimnasio de la prisión".

Aseguró que el joven, condenado por "vandalismo y delitos comunes", estaba a punto de disfrutar del tercer grado. Y que hacía poco que, a petición de su familia, había sido trasladado allí desde la cárcel de Mallorca.

Según su familia, el joven "no se había adaptado bien y nos comentó que había tenido problemas con dos o tres funcionarios y lo hablamos con la asistenta social".

Negaron que nadie de su entorno familiar le hubiera facilitado droga o la metadona hallada, en la comunicación que mantuvieron poco antes de su fallecimiento. Y apuntaron a la posibilidad de que el compañero que hace poco le habían asignado en la celda, "un joven por lo visto con una condena de 26 años, que había agredido a algún funcionario", le hubiera facilitado "el medicamento hallado en su cuerpo". También aseguraron que ese preso "ha dado dos versiones, ya que al principio aseguró que a las siete de la mañana (una hora después fue hallado muerto el joven) había dado la alarma de que se encontraba muy mal, y después, que los dos se durmieron", según dijo el tío que le contado una forense. Y por último, criticaron con dureza el trato dispensando a la familia tras la trágica noticia. "A mi hermana (la madre del joven) se lo dijeron por teléfono, como si fuera un perro, cuando la Guardia Civil, cuando hay un accidente, va a tu casa a decirlo; el director a mí no me ha dado la cara y cuando fui el viernes, me dieron sus cosas en un carro, sin un acta de pertenencias, como si se tratara de un perro".