El empresario belga afincado en Cádiz Jan De Clerck, propietario de la cadena Hoteles Andaluces con Encanto (HACE), ha realizado una convocatoria política y empresarial con el objetivo de revitalizar el uso turístico y la promoción del embalse de Guadalcacín, el más grande de la provincia con una capacidad de 800 hectómetros cuadrados y situado entre los términos municipales de San José del Valle, Arcos, Algar y Paterna. El próximo miércoles, De Clerck, varios empresarios de la comarca, los alcaldes de los citados municipios y otros representantes institucionales se reunirán en el complejo turístico Arcos Gardens a fin de abordar el "futuro y las posibilidades turísticas del entorno del embalse".

Stephan De Clerck, consejero delegado de HACE, explicó que la iniciativa que su padre ha defendido durante los últimos años consiste en aprovechar desde el punto de vista turístico uno de los parajes más singulares de Andalucía, que es el que conforma la enorme ribera del embalse. Según defiende, allí se dan condiciones "inmejorables" para el turismo de naturaleza, para la observación de aves, para la práctica de deportes náuticos en la lámina de agua, para la pesca y otras muchas posibilidades. "Nuestro interés es que todo el mundo, desde lo público y desde lo privado, aporte ideas para dar a conocer este espacio, que no es suficientemente conocido incluso en la provincia", observó el consejero de HACE.

La compañía gaditana se hizo en 2006 con la explotación del complejo turístico Tajo del Águila, en Algar, que cuenta con una treintena de casas y cabañas en un entorno privilegiado junto al Guadalcacín, de ahí su interés en promover el uso del embalse y en atraer visitantes a este espacio natural.

El empresario Jan De Clerck, respaldado por varios accionistas particulares, se hizo cargo de las instalaciones con la intención de construir en el mismo espacio un hotel de cuatro estrellas con alrededor de 60 habitaciones, un centro de spa, un salón de convenciones, y otras treinta casas más explotadas en régimen hotelero. Pero el proyecto quedó paralizado por problemas técnicos, trabas administrativas (la Comisión Provincial de Urbanismo de la Junta de Andalucía no dio su visto bueno a la iniciativa hasta el inicio de 2010), y por la irrupción de la crisis económica y financiera.

Aun así, Hace ha ido recuperando algunas instalaciones del complejo. Este verano abrió las puertas del albergue, con 12 habitaciones y unas 60 plazas, una oferta dirigida a escolares y otros colectivos. Ahora busca apoyos para dar a conocer el embalse y explorar sus posibilidades turísticas.