Rivelott plasma la historia del Jerez de los 40 a través de sus fotografías

La Sala Compañía acoge hasta el 30 de marzo un homenaje al fotógrafo jerezano, una muestra en la que ha colaborado su familia recopilando las imágenes del autor

Federico Rivelott del Castillo el pasado jueves durante el homenaje a su padre.
J.p. Lobato / Jerez

20 de marzo 2012 - 05:00

La Sala Compañía recoge desde el pasado jueves una exposición en homenaje al trabajo como fotógrafo del fallecido Federico Carlos Rivelott Vicente, que bajo el título 'Añoranza del Jerez antiguo' permanecerá en la Sala Compañía hasta el próximo 30 de marzo. El recorrido por el trabajo fotográfico del autor no se concibe solo como un reconocimiento al artista, sino a la propia historia de Jerez en las décadas de los 30 y 40. Jerezano de nacimiento, los temas que plasma en sus fotografías no son más que temas de la cultura propia de la ciudad. "En ellas se ve una pasión por la Semana Santa y los monumentos eclesiásticos, las antiguas ferias de ganado que se hacían todos los años y donde se firmaban los acuerdos comerciales. También hay mucho callejero de Jerez, como las fachadas de Santiago, la Alameda Vieja o el entorno que rodea al Arroyo y la Catedral", explica el hijo del homenajeado, Federico Rivelott del Castillo.

El nombre no es lo único que ha heredado el hijo del fotógrafo. "Aunque mi padre murió cuando yo tenía solo siete años, parece que esto del arte se lleva en las venas", comenta. Rivelott del Castillo se ha dedicado a muchas ocupaciones que se enmarcan dentro del mundo audiovisual. Ha participado en varios cortometrajes, series, representaciones teatrales y anuncios e hizo una incursión en el mundo del escaparatismo.

Esta selección de fotografías de Rivelott, que suma unas ochenta, ha sido también un trabajo en el que han participado todos los miembros de la familia. "Mi padre enfermó cuando tenía solo 37 años, a causa de un reuma en el corazón. Debido a que antes no había los adelantos con los que contamos hoy día, se murió luchando por un corazón nuevo. Gracias a mi madre he crecido como si él estuviera conmigo".

La época en que el jerezano se lanzó al mundo de la fotografía fue un período donde este terreno era desconocido y bastante difícil, sobre todo porque el material que se utilizaba para captar las imágenes era muy caro comparado con los medios con los que se cuenta en la actualidad. "Utilizaba una cámara de fuelle con unas placas en las que salía la fotografía. Nada que ver con lo que se hace hoy día", comenta Rivelott del Castillo.

La foto favorita del hijo del homenajeado es "una que mi padre hizo a un señor mayor mientras dormía en la feria. Me encanta por los detalles que se aprecian en la fotografía, como los poros o las venas. Mi padre era un observador nato y cuando menos te lo esperabas, estaba haciendo una fotografía". Tal es la admiración que siente por su padre, que durante la presentación de la exposición, hizo una glosa poética acompañado por una guitarra, donde rindió homenaje al hombre que plasmó la historia de una ciudad a través de su cámara de fotos.

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