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"En la pintura de hoy en día hay mucho camelo"

  • José Lorenzo Gallego 'Jologa' exhibe hasta septiembre en el Hotel Jerez una muestra de algunas de sus obras y con diferentes temáticas

Jologa posa con una de sus últimas obras, un retrato del Prendimiento.

Jologa posa con una de sus últimas obras, un retrato del Prendimiento. / pascual

José Lorenzo Gallego 'Jologa' (Jerez, 1940) exhibe desde el pasado mes de junio en el Hotel Jerez, una colección de obras relacionadas con el mundo del caballo. Se trata de la punta de lanza de una muestra a la que se sumarán, en los próximos meses, otros cuadros de distinta temática, pero también con el sello del pintor jerezano. Dicha exposición tiene su origen en un encargo realizado en su día "por mi amigo Manolo Lozano, que en paz descanse, para mí el mejor enólogo del mundo. Un día me llamó porque había encontrado en la bodega Lustau una obra mía de 1963 que quería restaurar. Me la llevé a casa y al poco tiempo, desgraciadamente, él falleció. Hablé con Juan Mateos, de Lustau, y me dio el visto para que finalmente la restaurara y se expusiera en el Hotel Jerez".

Además, para llevar a cabo la misma, Pepe Jologa sólo tiene palabras de agradecimiento para "Paco Moreno, que me ha ayudado en todo. Él es mi marchand y me acompañada en cada momento, y tiene un comportamiento ejemplar conmigo".

La temática principal de esta primera fase de la exposición se centra en la figura del caballo, "porque al ser Jerez capital europea del caballo, pensamos que era una buena opción", explica. De hecho, "he pintado unos cuantos para la ocasión y otros los he recogido cedidos por algunos clientes".

"Estará hasta septiembre, continúa, pero en las próximas fechas se irá renovando cada diez o quince días. Se irán quitando los caballos e irán entrando composiciones figurativas, retratos, bodegones, la marina...Una visión de todo lo que realizo durante el año en mi pintura, en la que entra el impresionismo, el expresionismo o el hiperrealismo. La semana que viene, por ejemplo, voy a llevar una de mis últimas obras, el Prendimiento, y desde aquí invito al pueblo de Jerez a la que visite la exposición, porque la entrada es gratuita", prosigue.

Jologa reconoce que lleva tiempo sin exponer en solitario en Jerez, "no lo hago desde hace bastante, recuerdo que antes lo hacía a menudo en el Hotel Los Cisnes, en muestras de Ánfora Club de Arte, pero ya no, principalmente porque no me ha dado tiempo".

El pintor defiende su rapidez a la hora de crear, "es algo que la gente no se cree", afirma, y aunque se toma las cosas con calma en su día a día, "porque me han dado cuatro infartos y tengo una válvula y un stent, por eso voy a mi ritmo", no esconde que desde niño siempre tuvo esa virtud. "Este cuadro, señalando el del Prendimiento, lo he hecho en ocho horas".

Con más de 17.000 obras repartidas por todo el mundo, "tengo cuadros en el Museo del Vaticano o la Catedral del Líbano", Jologa se considera un artista "querido" en su tierra. No obstante, tiene claro que "esta ciudad tiene una idiosincracia especial, es diferente, apática en su cultura y formación. Estoy convencido de que si Lola Flores en vez de nacer en Jerez, hubiese nacido en Sevilla, le hubiesen hecho siete monumentos y ya tendría tres museos. En ese aspecto sí juzgo a mi tierra, pero hacerlo en el comportamiento que ha tenido conmigo no puedo, porque en vida, no ha habido ningún pintor en Jerez que le hayan puesto una calle y a mí sí. Me siento querido. Jerez es muy difícil, pero no sólo en la pintura, sino en todas las artes. Yo diría que hasta en el flamenco, porque tenemos el mejor flamenco y no sabemos valorarlo".

Cuando se le pregunta por la pintura de hoy, no se anda con rodeos:

"Hay mucho camelo, sobre todo con la pintura abstracta. Donde no hay camelo es en Velázquez, El Greco o Rembrandt. Tampoco lo hay en Van Gogh, Dalí o Picasso, porque estos señores sabían lo que hacían. Que luego han hecho otras cosas, sí, pero a partir de un conocimiento. Ahora se hacen cuatro pinceladas en un lienzo y se dice que es una obra de arte, y encima no saben lo básico".

A sus 78 años, sigue disfrutando de su profesión y tiene claro que "como decía Cervantes, la inspiración funciona con el estómago lleno, todo lo demás es mentira".

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