Más de 130 niños se presentan al casting de 'Sonrisas y lágrimas' en el Villamarta
Éxito de la prueba para buscar a los tres pequeños de la familia Von Trapp, que actuarán en el coliseo jerezano del 12 al 15 de junio
"DON, es trato de varón; RES, selvático animal; MI, denota posesión; FAR, es lejos en inglés; SOL, ardiente esfera es; LA, al nombre es anterior; SI, sentimiento es; y de nuevo viene el DO". Conocidísima canción de la banda sonora de la película 'Sonrisas y lágrimas' con el que Julie Andrews entró en los hogares de medio mundo. Ayer por la tarde se convirtió en todo un lema por los alrededores del Teatro Villamarta, ya que la organización del musical en el que se inspiró la película buscaba a tres niños que dieran vida a los tres pequeños de la familia Von Trapp: Marta, Gretel y Kurt.
El director del casting infantil, Manuel Rodríguez, explicaba que "allá donde vamos, buscamos los tres integrantes pequeños de la familia Von Trapp que forma parte del elenco durante las funciones que hacemos aquí". Así, alrededor de 130 niños y niñas participaron en la prueba en la que finalmente pasaron quince, cinco por papel "y luego en un taller posterior cogemos a los tres definitivos que van a acompañar al elenco en las funciones de Jerez", explicaba el director del casting infantil del musical.
Para Marta, por ejemplo, se requería una apariencia física entre 7 y 10 años con una altura máxima de 1,45 centímetros. Gretel, la más pequeña de la familia tenía que estar entre 4 y 6 años y 1,20 centímetros. Kurt, el único niño por el que se podía postular se encontraba entre 8 y 13 años y 1,55 centímetros. Sin embargo, más allá de edades y altura, "buscamos espontaneidad, que afinen, que sean simpáticos y, sobre todo, que tengan ganas y sean espabilados para coger los pasos en tan poco tiempo porque son muchas coreografías las que tienen que aprenderse".
Así las cosas, desde las cuatro de la tarde se empezaron a agolpar padres e hijos en la puerta trasera del coliseo jerezano para realizar las pruebas, entre nerviosos e indignados por esperar en plena calle con las altas temperaturas. Los más profesionales seguían ensayando la canción requerida ('Do, Re, Mi') y las frases de cada personaje. Sofía, con 8 años, por ejemplo, ensayaba junto a su madre el papel de Marta, "es mi primera audición", comentaba nerviosa. Su madre reía al decir "se sabe las frases a la perfección, ha visto la película millones de veces".
Así, en grupos de cinco iban entrando en una de las salas de ensayo del Villamarta donde Manuel y Carmen recibían con una sonrisa a los niños. Para quitar los nervios y el estrés del momento, el director del casting hacía alguna broma a los pequeños mientras les preguntaba sus nombres. Posteriormente, Rodríguez se sentaba tras el piano y entonaba el 'Do, Re, Mi' a distintas escalas para poner a prueba a los pequeños, primero en grupo y después individualmente, además de probar ritmos a base de palmas y pisadas.
Una vez roto el hielo, y sin dejar de animarlos en ningún momento, Manuel Rodríguez los volvía a poner a prueba con las frases de cada personaje mientras su compañera Carmen hacía los apuntes necesarios. Una de las más usadas fue la de "Hola, me llamo Marta y cumplo 7 años el martes que viene". Ya con un clima mucho más relajado, el director enseñaba unos pocos pasos de la coreografía de 'Adiós' mientras cantaban el "No quiero ir, pero esto es lo que hay; adiós, me voy, auf wiedersen, adieu".
"En principio tienen que afinar, eso es lo indispensable", confesaba Manuel Rodríguez, quien continuaba detallando que "dentro de todos los que cantan bien tenemos que buscar, por ejemplo, los más espabilados para coger el texto y hábiles para coger las coreografías, son nueve las que se tienen que aprender".
La mayor dificultad a la que se presentan los pequeños es que nunca llegan a coincidir con el elenco principal antes de la función. "Ensayan conmigo y luego cuando los actores del musical llegan se implantan directamente, ¡al toro! La primera vez que se verán será cuando se suban al Villamarta, un aliciente más para el público, ver eso por primera vez: esos chavales en su estreno", decía el director de casting.
Cuando en el seno del musical se propuso la idea de buscar a pequeños 'autóctonos' de cada ciudad supuso un "vértigo para la empresa porque no son meros espectadores, son protagonistas, por lo que era un riesgo tremendo. Sin embargo, ahora nos hemos dado cuenta que es la guinda del pastel". En un principio, se hizo "porque los niños no pueden viajar, así que fue una obligación que luego se ha convertido en un reclamo más para el público porque claro, hacen suya la obra y parte de ella es de la ciudad donde estemos. Esto es único e irrepetible, lo que vamos a hacer aquí no va a ser igual en ningún otro sitio".
Entre los tres papeles que buscaba el musical, es más difícil aseguraban que es el de Gretel, la más pequeña, porque "está entre 4 y 6 años con una responsabilidad que llega al punto que canta ella sola ante el público una frase con un foco. Una responsabilidad de la que no quiero ni que sean conscientes", reía el director.
Los quince afortunados acudirán, también en la ciudad, a un taller de dos días donde tendrán que prepararse las coreografías y canciones finales. Aunque solo nueve pequeños se subirá a las tablas del coliseo jerezano entre los próximos 12 y 15 de junio en una producción que no deja de cosechar éxitos a pesar de tener más de medio siglo de vida.
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