No es la primera vez que los vecinos de la calle San Antón denuncian la situación en la que viven desde hace más de 10 años. El pasado 2005, uno de los edificios que conformaban la calle San Antón, fue derribado convirtiéndose en el foco de infección que es hoy día. Los vecinos conviven con ratas, gatos y basura de todo tipo. El solar, a veces sin vallar, es un auténtico peligro para todos los vecinos. Las denuncias en el periódico, la voz de alarma en el Ayuntamiento y el reclamo en las redes sociales pasan a mejor vida mientras algunos de los vecinos abandonan sus viviendas al no poder soportar la situación. Plagas durante los veranos e infinitas infecciones debido a las enfermedades que tienen los gatos que deambulan por el barrio de San Miguel. Un barrio, que a pesar de ser uno de los más emblemáticos de la ciudad de Jerez, es hoy día un vertedero. ¿Cuánto tiempo más necesita el Ayuntamiento para ponerle fin a esta situación? ¿Cuántos vecinos tienen que dejar el barrio que los vio nacer por el desentendimiento de las administraciones? Pues nada, sigamos sumando.

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