El parqué
Álvaro Romero
Pequeñas subidas
La Sacristía del Arte
Y la lluvia tan esperada durante meses llegó, y llegó para quedarse durante la Semana Santa. Una semana complicada para las juntas de gobiernos de las Hermandades que tuvieron que decidir si salir o no para realizar la estación de penitencia. Y en Jerez... lo complicado que es Jerez, hasta los partes meteorológicos son impredecibles tal y como hemos visto.
Han sido muchas las voces críticas con las Hermandades que salieron por poner en peligro su patrimonio. Pero no podemos olvidar que la imaginería procesional es protagonista de rituales de religiosidad popular. Tiene por tanto una función procesional, que se desarrolla en un ambiente lúdico-festivo, en el que predomina un sentido pragmático y utilitarista de las creencias a través de las representaciones sagradas. Por tanto, las hermandades cumplen una importante labor social a través de sus imágenes titulares.
Si visitamos un museo veremos obras de arte descontextualizadas, fuera del emplazamiento original, lejos de la función para la que fueron concebidas. En este sentido, la imaginería procesional continúa siendo una manifestación artística, que a pesar de los siglos, sigue conservando su función principal; sigue siendo expuesta en ambientes urbanos, multitudinarios y llenos de fervor.
Y siempre, una salida procesional va en detrimento de la conservación de las esculturas, porque las pone en situación de riesgo, influyendo negativamente en la estabilidad de la pieza; movimientos, oscilaciones, vibraciones, cambios de temperatura, incidencia de la luz solar, y el agua, que afecta gravemente a materiales higroscópicos como la madera.
¿Habría que ubicarlas en un espacio museístico? Sufrirían menos, sí, pero renunciarían a su fin; Recibir culto y ser accesibles a los feligreses, funciones dónde radica su valor.
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