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Han sido tantos, son tantos los flamencos idos definitivamente que, la reseña de sus nombres se hace imposible ante el temor de omitir el de éste o el de aquel, cuando cada uno de ellos ha expuesto con su voz, con su guitarra o baile el caudal de su sapiencia ya sea al hacer la soleá, siguiriya, toná, bulería, saeta… El último en abandonarnos tuvo siempre como bandera, precisamente la SAETA, con mayúsculas: Paco Gálvez. Ello no quiere decir que no tocara otras fórmulas cantaoras, pero la saeta fue su cante. Es precisamente sobre la saeta que inciden todas las informaciones que han surgido desde el mismo momento en que se supo de su fallecimiento, al rayar el mes de septiembre. Un primer comunicado surgía desde el seno de la Cátedra de Flamencología de Jerez que quiero reproducir por su concisión y verdad. “Desde la Cátedra de Flamencología de Jerez lamentamos profundamente el fallecimiento de Paco Gálvez, cantaor jerezano y socio fundador de la Peña Buena Gente. De él queremos ensalzar su amor por el cante más tradicional, sus ganas de influenciar y acercar a los más jóvenes a nuestra cultura y especialmente su labor en pro de la saeta por siguiriyas, que reivindicó desde el balcón, a pie de paso, y en los últimos años como jurado del Concurso Nacional de Saetas de la referida entidad flamenca. Nuestro más sentido pésame a su familia: doña Juana del Valle Castaño, la que ha sido su esposa y a los hijos de ambos Antonio, Vicenta y en especial José Gálvez, gran amigo de esta entidad” .
A lo expuesto, deseo sumar algunas de las opiniones vertidas a través de las redes y otros medios; por ejemplo la opinión de Paco Benavent a través de los micrófonos de Radio Jerez: “Una biblioteca de cante que se nos ha ido con quien compartí mesa de jurado en varios concursos de saetas. La saeta fue su bandera, pero su amor por el cante en general distinguió siempre su actitud. Tomó parte en una grabación que tuve el honor de editar desde el Ayuntamiento de Jerez en 2009: “Flamenco Joven, grabación en directo”, en la que Paco ofreció como apertura del doble disco un cante por martinete extraordinario”.
Es precisamente desde el Ayuntamiento, a través de sus redes sociales, desde donde partía a temprana hora la triste noticia del fallecimiento del reconocido “maestro de la saeta, como intérprete y exaltador de la misma”, acto éste último del que fue protagonista en 2008 en la iglesia de San Mateo. La organización corrió a cargo de la delegación municipal de Cultura y Fiestas del Ayuntamiento de Jerez, peña flamenca “Buena Gente” y Hermandad del Desconsuelo, interviniendo de presentador el hijo del protagonista, José Gálvez, quien a su vez fue exaltador en 2015.
En Los Caminos del Cante, de José María Castaño, titula así su comentario de pésame: A Paco Gálvez, ya en los cielos de Cristina, brindando palabras de pesar por su fallecimiento, hasta las exaltativas, ponderando sus cualidades como hombre, padre de familia, saetero y gitano orgulloso de serlo y de su gente. Destacaba su elegancia a la hora de vestir y saber estar en sus paseos por el centro de Jerez teniendo siempre un momento para la cabal conversación. Hoy, sus hijos siguen con esta hermosa herencia artística y humana que siempre tendrá el color morado de Jesús Nazareno y su Madre del Traspaso como centro de sus vidas. Seguro estoy que el amigo Paco Gálvez estará muy cerquita de Ellos cantando una saeta que se ha elevado tan alta a los cielos como las palmeras de Cristina.
Cofrademanía se expresa por su parte en los siguientes términos: “Triste noticia la que recibimos este pasado domingo, cuando nos comunicaron el fallecimiento del cantaor Francisco Gálvez, hermano de la cofradía de Jesús Nazareno y padre de nuestro amigo, igualmente cantaor, José Gálvez. Desde estas líneas nos sumamos al dolor de la familia.
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