
Tribuna Económica
Joaquín Aurioles
Los sindicatos del siglo XXI
Visto y Oído
No es que vaya a ser un fenómeno que vaya a remitir. Al contrario, crecerá en su versión más simple: la de tergiversar y distorsionar todo lo que hasta ahora era planteamientos de sentido común. Es tan sencillo convencer a alguien de que la Tierra es plana o que nos inoculan microchips en las vacunas que sólo basta distribuir parlanchines ‘expertos’ por las redes para ir captando por sistema de goteo a seres impresionables, vulnerables o simplemente con ganas de llevar la contraria hasta el paroxismo de lo patético. Un terraplanista se siente entre rebelde e importante. Ir a la contra conlleva decir y también hacer tonterías como reunir a un número de incautos para subirlos al escenario del Gran Teatro Falla de Cádiz y hacer un rídiculo tan clamoroso que les compensa por bombo y victimismo. Siempre habrá otros incautos ganados.
Con la inteligencia artificial creando un mundo paralelo creativo cada vez será más difícil distinguir la realidad de la ficción. La labor de personas, organismos y empresas dedicados a desentrañar bulos, engañifas (lo que llaman fake news) y mentiras conspirativas tiene cada vez más sentido y es más urgente su demanda. Han nacido programas especializados como el muy útil Conspiranoicos en La Sexta. Sin embargo, con esa intención de desenmascarar timos y timadores (algunos a escala de hacerse hueco en parlamentos y hasta en gobiernos de superpotencias), también agravan guerras mediáticas-políticos, con el fin de desacreditar al rival, a la competencia, para al final generar dudas, polarización y suciedad.
Hay un proyecto a punto de ponerse en marcha en TVE, destinado a las tardes en La 2, para analizar trolas, mentiras y medias verdades, Malas lenguas, que tiene todo el sentido como servicio público. Otra perspectiva diferente es si a partir de un planteamiento así se levanta un formato para salvaguardar los intereses particulares del Gobierno, revisar titulares o declaraciones para la defensa y propaganda de la Moncloa y sus interesados.
También te puede interesar
Tribuna Económica
Joaquín Aurioles
Los sindicatos del siglo XXI
El parqué
Jornada positiva
Desde mi córner
Luis Carlos Peris
Róterdam, en el camino de otra Liga de Naciones
Sin jonjabar
La Porvera
Lo último