Cumpleaños pandémico

13 de marzo 2025 - 03:03

Atrás quedan días de carnavales y chirigotas y ya estamos en pleno certamen anual de semanasanteros unidos por doquier. La lluvia ha sido la protagonista en las últimas semanas pero se nos antoja que lo va a seguir siendo en las próximas semanas, en los avances meteorológicos y en las predicciones para los días de abril en que los pasos estarían por las calles. Eso es lo que ahora importa a más de media humanidad andaluza. Porque, preocuparse de temas más importantes no parece merecer la pena. Usar las neuronas para lo fundamental no entra en nuestros planes.

Al ritmo que no movemos, es más importante lo que pueda suceder con las procesiones que lo que nos puedan proporcionar otros menesteres de nuestra existencia: ser felices con lo poco que se tenga, compartir momentos con seres queridos, pensar en la importancia de vivir cada día como si fuese el último o hacer de nuestro quehacer diario un motivo de felicidad. Pero claro, filosofía aparte, estamos abocados a ser títeres prescindibles del ritmo de vida que llevamos. Un ritmo dirigido por la política y la economía y una forma de dejarnos llevar propia de rebaños con orejeras que, a modo de vísceras sin sentido, avanzan por caminos pedregosos sin entrar a analizar lo verdadero ni acabar de discernir entre lo auténtico y lo superfluo.

Casi sin darnos cuenta hemos avanzado ya cinco años desde aquellos días de marzo en que nos confinaron y nos encerraron por culpa de una pandemia. Celebrando este cumpleaños, y con la alegría de haber sobrevivido, deberíamos haber tomado nota del inmenso bofetón de una situación inolvidable para la mejora de nuestra civilización. Al contrario, no hemos aprendido la lección. Ahora, y con la distancia de varios años, está claro que de nada nos sirvieron tantas horas de incertidumbre, tantos minutos de agobio existencial y tantas muertes que quedaron en el olvido. Somos incorregibles. Permanecemos en la otra pandemia, la del sinsentido.

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