Estoy convencido antes de comenzar esta columna que será la más leída de todas las que llevo escritas bajo el epígrafe de 'La Crestería'. Al español le encanta el morbo -en esto de las cofradías hasta niveles insospechados- y el titular que he escogido parece el preludio de la respuesta que medio Jerez está deseando leer.

Es verdaderamente curioso que muchos se hayan quedado en la cáscara y no hayan querido analizar lo fundamental. Ante el 'notición' que servía nuestro periódico entorno a la nueva carrera oficial parecía que todos buscaban quién era el que se había ido de la lengua, dejando a un lado que este hecho significaba un giro casi copernicano para la Semana Santa de Jerez. Un antes y un después.

Nos encanta ejercer de chafarderas y actuamos, en muchas ocasiones, movidos por la curiosidad. Descubrir, más que el itinerario de las cofradías, la razón por la que algunos deciden filtrar una noticia que se está gestando.

Para llevar a cabo una primicia así son necesarios tres elementos: saber separar el trigo de la paja, ser valientes y tener buenas fuentes. Parece que todo ha importado poco y sólo ha interesado quién le ha susurrado al periodista el cabo para tirar de él y desarrollar esta noticia.

Finalmente todo se ha sabido; la noticia, que no la fuente. Y ya es una verdad incontestable que lo publicado por este medio respondía a un hecho veraz. Pero parece que nada de eso es importante y sólo queremos mover aún más el morbo de quién o quiénes han querido filtrar junto a las razones que les ha movido para ello.

Pues bien, digamos algo que será como una confesión en voz alta. A todos aquellos que quieran saber dónde, cómo y quién fue, les diré que se suscriba a nuestro periódico. Nunca se sabe y es posible que un día de esos lo cuente todo con pelos y señales. Pero sí puedo adelantar que, ya que estamos hablando de fuentes, ¿por qué no revelar que fue la que se encuentra debajo de nuestra redacción? Sí; la de la Rotonda de los Casinos. Quedémonos con esta respuesta. De momento.