Aranceles y precios mínimos para materiales estratégicos
Tuno viejo
La tuna es reconocida como parte del patrimonio cultural inmaterial, especialmente en países de tradición hispánica como España, México, Perú y otros. Este reconocimiento se debe a su rica historia, valores culturales, y rol en la transmisión de costumbres universitarias y musicales. A continuación, te explico por qué la tuna se considera patrimonio inmaterial:
Pero vamos a ir por partes. Este pasado fin de semana Hemos celebrado la séptima edición del certamen de tunas de Jerez. Sitúo al lector en el escenario adecuado: in illo tempore formé parte de la Ilustre Tuna de Económicas de Málaga; hoy, en la Sección Emérita; es decir, retirado. Aunque eso de retirado (en mi caso no lo estoy completamente, solo activo para certámenes, algunas reuniones y algún acto preciso.) Y, se preguntarán Uds.… ¿Cómo es eso, disponiendo de las edades que ya uno maneja? Pues lo voy a explicar:
Y lo explico: Hoy, impensadamente y desde hace unos años, hay un renacimiento insólito y excepcional (a mi modo de ver) en cuanto a las Tunas Universitarias Clásicas. Y ese renacimiento ha sido posible gracias a una nueva especie llamada ‘Cuarentunos’ que no son otros que los ex componentes, de Tunas Universitarias, entrados en décadas: Los Cuarentunos, son erróneamente llamados así; porque la mayoría rondan y/o superan el medio siglo de edad y -en muchos casos- se acompañan de algún lustro más cómo guarnición. Así que estos deberían -por cuestiones temporales y semánticas- pertenecer a cincuentunas y/o a sesentunas y algunos por que no?, a setentunos. Generalizando: Tunosaurios o añejos.
No obstante para gozo y regocijo del segmento, esa especial e inacabable predisposición que tienen estos compañeros a seguir divirtiéndose y disfrutar de la música, proporciona una nueva vitalidad, un nuevo vigor y empuje en una institución que -hubiese sido una pena- se podría haber diluido en ese océano detestable que es el olvido o lo que es peor: denostada por el injusto desaire y menosprecio de pamplinas fanáticos e intolerantes “modelnos tontosajones” que no saben de qué va la cosa de la tradición y lo presuponen todo.
Gracias al empeño y a la determinación de estos tunos, se nos permite, perseverar y afianzar amistades que vienen de muy lejos. Y también, de camino, contribuir a no perder un tipo de música que – manque le pese a muchos snobs– tiene más historia y solera que bastantes de los estilos actuales de música. Permitiéndonos con estos certámenes. Como este último celebrado en Jerez, tener la excusa de volver a compartir mesa y mantel; volver a contar otra vez mil recuerdos y anécdotas otras mil veces contadas; rememorar exagerando hasta lo chocante chascarrillos y viejas aventuras que ya–desafortunadamente– no volverán con toda seguridad a producirse. Pero Siempre, acompañados por las antiguas amistades que perduran en el tiempo.
Tan solo con la sana intención de volver a vivir con la misma intensidad e ilusión que lo fue: in illo tempore.
También te puede interesar
Lo último