Arenas y Herrero se reúnen

14 de diciembre 2010 - 01:00

EL encuentro que mantuvieron el sábado sendas delegaciones del Partido Popular y la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), lideradas por sus máximos dirigentes, se enmarca en el campo de la más estricta normalidad democrática. Que el principal partido de la oposición se reúna con la organización mayoritaria de la patronal tendría que ser lo habitual y no llamar en ningún caso la atención. No obstante, la cumbre tiene particular significación. Por un lado, viene a clausurar una serie desencuentros entre ambas organizaciones, que tuvieron su más notoria expresión en las críticas formuladas por el presidente del PP, Javier Arenas, a la política de concertación que la CEA ha desarrollado con la Junta y los sindicatos durante muchos años. Por otro, PP y CEA han firmado una llamada Declaración por la Competitividad de Andalucía en la que los populares han logrado unir sus propias denuncias y las quejas reiteradas de los empresarios con respecto al funcionamiento de la Administración autonómica, su burocratismo y falta de austeridad, y al aumento de la presión fiscal impulsado por Griñán en la primavera pasada. De ello no debe deducirse una apuesta pública de la CEA en favor de la candidatura de Arenas a la Presidencia de la Junta, sino una puesta en común de reivindicaciones compartidas. Por supuesto que este encuentro obedece al interés de las dos partes. El presidente de la patronal, Santiago Herrero, está peleando por hacerse con la presidencia de la CEOE y, en esta legítima ambición, trata de deshacerse del sambenito que le han colgado sus adversarios de ser un hombre afín al poder socialista en Andalucía. El mensaje de que también le sería cómodo negociar y pactar con un presidente de la Junta procedente del PP puede ayudarle en la contienda que se dilucidará próximamente en Madrid. Por su parte, Arenas intenta reforzar su capacidad de interlocución social a fin de consolidar su imagen de alternativa de centro-derecha a la hegemonía socialista, que por vez primera aparece creíble.

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