LO de que una imagen vale más que mil palabras lo circunscribe a diario El Peri en sus viñetas de la Bota de los Turbios. La de hoy no es para menos, así que si no lo han visto ya están tardando. Yo fui de los que perdió. Hay veces que me puede esa utopía de que los políticos tienen esa intención de cambio tan bien reflejada en los mítines y programas de campaña electoral. Encuentros y desencuentros entre la vieja y la nueva casta irrumpieron el plató donde se celebró el ansiado debate entre candidatos. Bueno, perdón: tres candidatos y una suplente. La expectación, sobre todo, se hallaba en que el PP por fin decidía 'enfrentarse' a un careo con sus contrincantes. Un careo de entrada a disgusto precisamente porque el presidente del Gobierno decidió no aparecer y mandar a su número 2, que se defendió como pudo. Al menos, y lejos de analizar quién ganó perdió o ganó -además de los que estuvieron de 'zambombeo-, hay un dato bastante optimista, y es que el 48% de la audiencia estuvo siguiendo este debate. Dato histórico y muy necesario.