¿usted se pregunta como yo me pregunto cuántas preguntas van a quedar sin responder cuando pase la pandemia? ¿Cada semana se hace mil preguntas o me estoy preguntando yo demasiado? ¿Si me esperaba que no estuviésemos a la altura pregunta usted?

¿Qué le pareció lo de los paseos de los niños, ahora que hablamos de todo un poco? ¿Puso usted el grito en el cielo viendo a los padres con los niños en la calle? ¿Pero la imagen era del día? ¿Qué tal la perspectiva?

¿Quién no desea ya salir de su casa para ir a comprar el pan, para que el niño le pasee un rato, para tirar la basura o con la simple excusa de sacar al perro, alma de cántaro? ¿Le sorprendió ver a tanta gente paseando por las calles? ¿De veras? ¿Pensaba que los padres de los niños iban a ir saliendo de sus casas de manera ordenada, tranquila y escalonada, quedando por el balcón que uno salía a las cinco de la tarde y otro a las 12 de la mañana…? ¿Quién es el último?

¿Por qué piensa usted que en este país somos más tontos de la normal? ¿Alguien ha visto alguna vez que la libertad no conlleve consigo el riesgo de la disminución de la seguridad?

¿Qué cree usted, ahora que estamos en confianza y sólo yo le hablo a su cabeza, que ocurrirá a partir del 2 de mayo? ¿Saldrá a correr o se quedará en casa? ¿Saldrá a la misma hora que su vecino o si se lo encuentra en el ascensor se vuelve para no colapsar las calles?

¿Si tengo una opinión de todo esto, insiste usted en preguntar? ¿Quiere saber mis razones cuando ni los que deben respondernos nos contestan? ¿Por qué iba a compartir mi opinión con usted sobre algo que quizás no alcanzo a entender? ¿Usted comparte todo lo que le llega sin saber si es cierto? ¿Por qué lo hace?