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Flamenco

Pepe Marín

25 años de la III Exaltación navideña de ‘Los Juncales’

FUE en la noche del 14 de diciembre de 1996 –el martes se cumplirán veinticinco años-, cuando, convocados por la asociación cultural flamenca “Los Juncales” y la Delegación Municipal de Cultura del Ayuntamiento nos dimos cita en la bodega Los Claustros, de Domecq –hoy Fundador- a fin de dar paso a la tercera Exaltación de la Navidad Juncal con José González Moreno “Pepillo” como responsable de la misma e imposición del Junco de Oro a Francisca Méndez Garrido “La Paquera de Jerez”.

Decíamos en aquella ocasión más o menos lo siguiente: “La Navidad con toda su carga emocional, religiosa y, ¿por qué no?, festivo-folklórica –aún cuando, añadimos ahora, estemos sustituyendo su verdadero sentido religioso por el festivofolklórico-.

Para presentar al exaltador decíamos: Un exaltador que ha sido cura antes que fraile; quiero decir que sabe como los dos juntos. Sabe de la vida porque la ha bebido a tragos cortos, paladeándolos, como debe beberse el vino de Jerez. Sabe de la vida porque quiso saber de la muerte desde que hace cuarenta años junto a Limeño y Mondeño quiso enfrentarse al toro. Sabe de la vida por haber sentido el temor, la incertidumbre, las dudas que atenazan a quienes crean versos, por haber sentido la soledad adherida a los poros de su piel en noches insomnes, por haber experimentado la desilusión que proporciona la ingratitud humana. Un exaltador de quien su admirado y mi admirado Francisco Montero Galvache escribió: Miradle andar por Jerez,/mano a mano con su ritmo./Romance puro es su nombre:/José González “Pepillo”. Concluida la exaltación, Rafael Agarrado Pantoja, presidente de la entidad flamenca convocante, imponía a “La Paquera” el “Junco de Oro”, quinto de la serie. ”La Paquera de Jerez”, una mujer en la que el compás se dio cita nada más nacer ésta y en ella se detuvo para siempre. Jerezana con las coplas de sus cantes y con la voz que le presta a esos cantes.

Francisca Méndez Garrido “La Paquera de Jerez” se hizo dueña del tablao; cuántas veces a lo largo de su vida fue dueña y señora del tablao, de todos los tablaos, desde los que impuso su dominio de los cantes entre los cuáles el mundo del villancico ocupó lugar preeminente, su obra discografía así lo confirma. La Asociación de Belenistas de Jerez la distinguió por ello. Decíamos al referirnos a la cantaora: “Una mujer para la que la distinción que acababa de recibir debía tener un especial significado pues nos consta que en varias ocasiones ha sido propuesta para actos análogos y casi siempre declinó la invitación. Una mujer a la que admiro y a la que quiero: Francisca Méndez Garrido “La Paquera de Jerez”.

Aquella noche en Los Claustros de Domecq -hoy Fundador-, el arte de Paca y Manuela Méndez pusieron la guinda flamenca -¡y qué guinda-¡ a la que se sumó Diego de Margara para bailar por bulerías acunado por las voces y el compás de las dos hermanas.

No pretendo justificar nada, pero sí aclarar varios de los aspectos que me han hecho volver al tema: el hecho de que se cumplan este año los veinticinco de la Exaltación citada y una fecha así siempre es destacable, pero por encima de todo, dedicar desde mi cariño más profundo un recuerdo emocionado para tres de las figuras que protagonizaron una noche memorable: Francisca Méndez Garrido “La Paquera de Jerez”, Manuela Méndez “La Chati” y José González Moreno “Pepillo”.

Como ha escrito el gran poeta y gran amigo Antonio Murciano refiriéndose a Fernando Terremoto, hago mía su frase: “Por los cielos de Jerez”. Así, por los cielos de ésta tierra que a ellos parió y a mí me adoptó, deben de andar Paca, Manuela y José

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