HOY huele peor que ayer, pero mejor que mañana. Naturalmente no me refiero a la actual huelga de la recogida de basuras en Sevilla ni a las pasadas de Granada y Jerez, sino al hedor que desprende la vida política nacional, se mire hacia donde se mire. Hedor insoportable que amenaza los cimientos mismos de la convivencia.

Salen los papeles de Bárcenas, que Cospedal desmiente y que desmiente el propio ex tesorero del Partido Popular -el hombre que mientras llevaba las finanzas de su organización juntó un capitalito en un banco suizo-, pero que el presidente del Senado, Pío García Escudero, declara verídicas en lo que a él se refiere (dice que recibió el dinero que aparece anotado en los papeles, aunque fue un préstamo que devolvió puntualmente).

Sale el juez Castro e impone una fianza de más de ocho millones de euros al yerno del Rey, Iñaki Urdangarín, y su ex socio -devenido en enemigo acérrimo- Diego Torres para afrontar la responsabilidad civil por su presunta corrupción, consistente en aprovechar el parentesco regio del primero para "rentabilizar" en su beneficio las actividades de un instituto pretendidamente benéfico y presidido por "un desmedido ánimo de lucro".

Sale otro juez e imputa al concejal de Urbanismo de Lloret del Mar -y apunta también al alcalde- por haberse dejado sobornar, supuestamente, por la mafia rusa representada en el pueblo por uno que empezó de churrero. Todavía quedan por investigar los mecanismos que hicieron posibles los rápidos enriquecimientos de los hijos de Jordi Pujol (uno de ellos sí está ya imputado en el caso de las ITV concedidas a empresas amigas). Sale pitando de su cargo el secretario de Organización del Partido de los Socialistas de Cataluña, el número dos, implicado en otro escándalo de tráfico de influencias. Sale tarifado el director de la Fundación Ideas, también socialista, que pagó a precio de oro artículos firmados con seudónimo por su mujer o ex mujer. Tuvo que salir el presidente del Tribunal Supremo y del Poder Judicial, Carlos Dívar, demasiado rumboso en sus viajes. Siguen saliendo aquí abajo, con goteo, olores de sentina del caso de los ERE...

El director de Diario de Sevilla cerró ayer la reunión de la mañana señalando el tema central del periódico que haríamos para hoy: "La basura". Se le replicó:

-¿Cuál de ellas, director?