Por montera

Mariló Montero

Los intocables

31 de mayo 2014 - 01:00

AMBAS primas charlaban animadamente mientras iban al cuarto de baño de la aldea: a los dos días aparecieron ahorcadas. A pesar de que a sus impúberes 14 años se habían aplicado en cumplir con sus actividades a las que le obliga el dharma, de recoger excrementos humanos del suelo con sus manos, aceptar casarse a la fuerza, verse obligadas a ser sirvientas o forzadas a prostituirse, ellas tenían la educación de hacer sus necesidades en el servicio. Les diría sus nombres, pero no he hallado las identidades de estas dos pobres crías de 14 y 15 años violadas brutalmente por un grupo de jóvenes y luego colgadas de un árbol en el huerto en Katra, Uttar Pradesh. Sí he dado con el nombre de uno de los cinco detenidos, entre ellos cuatro policías por ignorar la denuncia interpuesta por sus familias tras la desaparición de sus hijas y proteger a los sospechosos, y el de uno de los que las violó y asesinó: Pappú.

Ambas crías pertenecían a los dalits, una de las castas más excluidas de la sociedad india. Hay otra más aislada todavía: los invisibles. A ellos sólo se les permite salir de noche a la calle. Si lo hacen por el día son encerrados de por vida en una celda donde morirán por inanición. A los dalits, que forman el 17% de la población, se les llaman los intocables. Son los parias y son tratados y considerados como perros. Hasta los niños dalits están obligados a limpiar los váteres en el colegio.

A pesar de la lucha de Ghandi por acabar con estos estratos sociales y los abusos, de que el jefe del gobierno de Uttar Pradesh, Akhilesh Yadau, trabaje para acabar con las castas así como las constantes denuncias de Julie Thekkudan, especialista en género de Oxfam India, el hecho es que esta maldita herencia arrastrada desde hace 2.500 años no cesa. El hinduismo establece las clases sociales dependiendo de la parte del cuerpo del dios Brahmá de la que hayas nacido. Los que surgieron de la boca del dios serán brahmanes toda su vida, así pues, se dedicarán al sacerdocio o el magisterio. Las personas que nacen de los hombros son los chatrías y su oficio será la política o la milicia. Los vaishias nacieron de las caderas del Brahmá, por lo que trabajarán como comerciantes, artesanos o campesinos, y si eres un shudrás es que has sido engendrado de sus pies. Los intocables no nacen del dios, por lo que su sombra, el roce de su cuerpo con otra persona de diferente casta a la suya o compartir un alimento contaminará al otro. No se puede cambiar de casta durante la vida pero sí con la reencarnación si tu karma en vida ha sido correcto. Entonces puedes reencarnarte en otra casta. Quizá estas niñas lo hagan en brahmanes y chatrías para cambiar las leyes sin haber perdido la memoria de quién las asesinó. Y acabar con leyes intocables.

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