Programación Guía de la Feria de Jerez 2024

A MENOS de veinte días de que termine el verano los nutricionistas están planchando la bata para ver, como cada año, a sus pupilos arrepentidos entrar en la consulta cabizbajos y llenos de remordimientos. Decirle a alguien que trabaja menos que un nutricionista en agosto bien podría ser una frase popular que se asiente en nuestra herencia de expresiones andaluzas.

Pongo la mano en el fuego a que no hay nadie que en septiembre pueda afirmar que está mejor que en junio, físicamente por lo menos. Comidas con los amigos, reuniones familiares, cervezas de aperitivo y una tapa de chicharrones para acompañar. Yo estoy que se me salen las sardinas por las orejas y como vea una tapa de ensaladilla salgo corriendo.

Cuando voy a hacer la compra sólo me apetece comprar fruta y verduras porque mi cuerpo ya no admite más pescaíto frito. Estoy tirando una pared de mi casa para hacer el salón más grande y así deshacerme de la habitación de invitados. Esto de vivir cerca de la playa me hace engordar a la par que tener una rica vida social que no he pedido. He decidido para el próximo verano hacer desconexión tecnológica: si alguien quiere venir a mi casa o quedar para comer tiene que escribirme una carta o llamar al portero. Puede que me quede sin amigos, que no ponga peso y que mi cuenta corriente no sufra demasiado pero quizás merezca la pena.

Otro bombardeo al que nos vemos sometidos en estas fechas son las ofertas de los gimnasios: paga octubre y noviembre y te regalamos diciembre, que no vas a venir porque el puente te vas de viaje, después empiezas a decorar el árbol, tienes la cena de empresa, los regalos de reyes y ya se te ha olvidado cómo se hacen las sentadillas y las flexiones de pecho. Total, el día 1 de enero dejarás de fumar, de beber, de comer, de andar con malas compañías y encauzarás tu vida de una vez por todas porque el año que entra es un año par; los impares no te dan buenas vibraciones, además de que el ascendente en Aries no te ha dado la suficiente confianza para llevar a buen puerto todos los deseos de tu lista.

No quisiera ser agorera, ni mucho menos quitarte las ganas de intentar por lo menos empezar la temporada con buen pie. Lo único que te pido es que vayas con calma y sin prisas porque sino la torta va a ser grande. Olvídate de la dieta de la alcachofa, de los tratamientos detox sin control médico, de las fajas para sudar mientras haces ejercicio y no se te ocurra comprar pastillas mágicas para perder esos kilos de más. Sentido común, dieta saludable, ejercicio físico regular y paciencia, que Roma no se hizo en un día.

Yo me voy ahora a casa de Fina, la vecina, que por el olor me da que está haciendo tortilla de patatas, a ver si pillo algo. Le llevo pollo asado que compré ayer y unos tomates de los últimos que quedan de los de verdad. Si tengo suerte me pondrá una tapa de ensaladilla, que le sale muy rica y no puedo decirle que no.

Pues lo dicho, empiezan los juegos del hambre.

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