Obiturario

Felipe Morenés

Isaac Camacho O´neale, un señor de fe

Esta semana que finaliza con la rúbrica de la fiesta de la Virgen del Pilar, ha sido muy triste y motivadora al mismo tiempo. Hemos despedido a un gran amigo, a un gran cristiano, un gran señor que puso en las manos del altísimo su vida con la mediación de la Santísima Virgen en sus advocaciones de Rocío y Desconsuelo. Aceptó con resignación su enfermedad y su final.

Era Isaac Camacho un señor que pertenecía por sus apellidos a las mejores y más antiguas familias jerezanas. Modelos de laboriosidad y Fe. Su padre D. Antonio Camacho Molina fue un notable hombre de leyes. Su madre Consuelo O’Neale Domecq, hija de un gran caballero jerezano D. Francisco O’Neale Orbaneja casado con Dª Consuelo Domecq Rivero. Y así podria seguir hilvanando una extensa nómina de antepasados ilustres y notables.

Comencé a tratar a Isaac intensamente en la pertenencia de ambos a la Hermandad del Rocío de Jerez. Simultáneamente con SU esposa Fabiola Domecq, una gran señora y profunda devota de la Virgen del Rocio. El me sucedió en la Presidencia de Hermano Mayor de la Hermandad del Rocio de Jerez, habiendo estado anteriormente en las Juntas de su Padre, que también fue Hermano Mayor y en la de Rafael Mateos. Desde que comencé a vivir activamente la devoción Rociera, hemos peregrinado y convivido en muchas romerías. Quizás más de veinte. Siempre positivo, devoto a no poder más de la Reina de las Marismas. Alegre y jovial. Participativo y querido por personas de todos los estamentos sociales y de distintas poblaciones. Era un hombre como decimos en el campo de carácter parejo y formal.

He conocido en mi dilatada vida romera a muchos hombres rocieros. Pero ninguno me ha dejado tanta huella como D. Antonio León Manjon y D. Isaac Camacho O’Neale. Aunque la lista la podria aumentar notablemente, ellos han sido mi espejo.

Este escrito es un homenaje a mi amigo. No debo extenderme en más y mayores loas y alabanzas. Muchos lo conocían y no hace falta exaltar sus muchas virtudes pues de sobra son conocidas.

Su partida es una reflexión positiva en tiempos de tumultuosas incertidumbres e infra valoración de las virtudes fundamentales; eso es lo

que hemos presenciado estos días tristes de su adiós. Todo se ha llevado con serenidad, resignación, Fe y clase.

Me ha sorprendido gratamente observar unas generaciones jóvenes con sentido espiritual de sus vidas. Sabiendo rezar con alegría. Pulcros, bien educados y con un comportamiento ejemplar. Estamos viviendo lamentablemente en nuestros tiempos una permisividad, ausencia de espiritualidad y desencanto de nuestros profundos valores morales e históricos. Por eso ver jóvenes que forman familias, crían y educan a sus hijos en los valores morales de las reglas cristianas es motivo de alegría y emoción.

Cuanto buen gusto, estilo y clase en los rituales fúnebres de Isaac. Cuantas oraciones, rosarios y jaculatorias desgranadas en labios de jóvenes y mayores. Es la consecuencia de unos progenitores que los han educado con su conducta y su ejemplo.

Y, por último, el funeral corpore insepulto en la notable y antigua Iglesia conventual de Santo Domingo. Fue un premio a su buen hacer en la vida. Jamás he visto tantas personas en un sepelio, de todos los órdenes sociales y religiosos, congregadas para decir adiós a un gran personaje. Ni creo que sea fácil que se repita. Además, todos los participantes realmente emocionados y tristes. Vi rodar muchas lágrimas por mejillas de hombres y mujeres maduros y jóvenes. Personas venidas de todos los rincones y pueblos de la geografía nacional. Unidos por el denominador común de la amistad sincera, la lealtad, la bonhomía, la Fe Cristiana, el trabajo y la familia; los que Isaac practicaba.

Descansa ya en la eternidad, gozando de la presencia de Dios, en donde habitan los santos. Intercede por los que aquí nos quedamos aun en la batalla y la lucha por defender a Dios y nuestra Patria maltrecha. Jamás se borrará de nuestro corazón tu buen hacer, tu cariño y tu alegría.

Viva Esa Blanca Paloma

Tags

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios