Otra vez, y van, ha puesto José Mourinho el dedo en el sitio indicado. Con su habitual sequedad, a una pregunta referente al fútbol español fue tajante. "No hablo de eso porque en España sólo interesan el Real Madrid y Cristiano Ronaldo", y le pegó media verónica al asunto cambiando el rumbo de la conversación. Como puede comprobarse, y a pesar de la distancia, el luso continúa al tanto de cuanto ocurre en nuestro fútbol.
Podía haberse extendido y colocar también al Barça en este argumentario, pues la cuota de espacio de los azulgrana tiene poco que envidiar a la que copa el Realísimo. ¿Y a qué viene esto? Pues a que ni siquiera la inestabilidad de Lopetegui ha eclipsado el brillo de lo que se anuncia para las cuatro y cuarto de la tarde del domingo en el coliseo de la barcelonesa Travesera de Les Corts. Barça-Real Madrid en los pasquines y no hay otro asunto en liza, nada que se interponga.
Y eso a pesar de que llega un Clásico con el morbo de la floja trayectoria de ambos, pero descafeinado porque por primera vez en un decenio no saldrán a escena los dos grandes iconos del siglo. Con Cristiano en Italia y Messi con el brazo escayolado, el partido de los partidos baja unos cuantos peldaños en el interés general, pero eso sería en otra parte y no aquí. Aun en estas circunstancias, ni siquiera que estemos en semana continental, el Clásico cede un ápice, ni uno.
Cuando amanece una semana de Clásico, el tiempo se para y no hay sitio para nada más. Lo ha dicho Mourinho y punto en boca, no hay discusión posible y cuando se llega a este punto de la desmesurada diferencia en la cuota mediática de los dos colosos y el resto la pregunta es siempre la misma. La presencia de ambos en los medios es por su importancia o la importancia se debe a la tremenda difusión que tiene cuanto les rodea. ¿Qué fue antes, el huevo o la gallina?
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