El tesoro de las Tres Piedras, en Chipiona: “Un chiringuito de los de antes, con alma familiar y sabor a sur”

Entre Chipiona y Rota. Entre el faro más alto de España y la Punta de Camarón se halla la playa de las Tres Piedras, una de las más punteras de Chipiona en los últimos años. Se prolonga a lo largo de 1.250 metros de largo y posee 60 metros de ancho ubicados en el litoral de la población considerada la más feliz de España 2025, según estudios recientes. El enclave de ensueño, lejos del núcleo urbano de la población la envuelve en una atmósfera que roza lo idílico.

Entre toda la oferta de ocio y relax que ofrece en su recorrido (surf, masajes…) destacan sus chiringuitos. Estos hacen las delicias de todos, pues cada uno goza de un distintivo propio. En ocasiones anteriores, Diario de Jerez ha realizado paradas en La Manuela, un chiringuito "muy bonito, muy bonito" de Chipiona donde tirar la toalla, en el chiringuito de Chipiona que de "Chinini" sólo tiene el nombre… y otros. Todos y cada uno de ellos, por diferentes razones, enamora.

En esta ocasión, y haciéndonos eco de la opinión del influencer Alberto Mieres, de ‘Los viajes de Tito’, nos centramos en Prospín: “Un chiringuito de los de antes, con alma familiar y sabor a sur”. Si buscas el ambiente y el sabor de siempre, de lo tradicional, sin duda, este es tu lugar para comer en la playa chipionera de Las Tres Piedras.

Abiertos desde 1977

Este local no aparenta todo lo bueno de ser añejo, sencillamente lo es y se ha mantenido así como seña de identidad desde que abrió al público en 1977. Francisco Prospín (de ahí un nombre) y Rosario de la Rosa inauguraron el que hoy día es uno de los establecimientos con más trayectoria del lugar. Más tarde, su descendencia tomó el relevo.

En este establecimiento te puede sorprender lo bueno que están sus platos. No te van a decepcionar, pues “aquí no se inventa nada: marisco fresco, pescaíto del bueno y tapas que te quitan el sentido”, sentencia el influencer.

Alberto Mieres disfrutó de un delicioso festín. Comenzó con una “una tapa de caracoles, típica de la zona y una de mis debilidades”. Y, por supuesto, el nacido en Donostia y afincado en Barcelona se rindió a tres platos clásicos de la gastronomía andaluza: una cremosa ensaladilla rusa (un imprescindible); unas buenas papas aliñás “llenas de sabor” (aunque en el vídeo parecen patatas aslioli); y chocos fritos. Y para acompañar, un buen tinto de verano.

Prospín, además sirve sabrosos guisos caseros, paellas por encargo (excepto los domingos)... En el vídeo subido a los ‘Viajes de Tito’ alaba las tapas de Prospín las cuales, dice, “quitan el sentío”, y el privilegio de comer con el mar a tus pies.

Prospín abre todos los días excepto los miércoles.