Cofradías

Angustias y Mayor Dolor protagonizaron el último viernes de Cuaresma

  • Jornada que marca la inminente presencia de los días de Semana Santa y que está dedicada a los siete dolores de la Virgen María

Nuestra Señora de las Angustias en su capilla en la jornada de este Viernes de Dolores.

Nuestra Señora de las Angustias en su capilla en la jornada de este Viernes de Dolores. / Miguel Ángel González (Jerez)

El Viernes de Dolores se levantó con una magnífica temperatura y con un cielo azul purísima. La Santísima Virgen es la gran protagonista de esta festividad que se dedica a los siete dolores de María. 

Y una jornada clásica donde las haya para los cofrades que ven ya las puertas del Domingo de Ramos abrirse a la vuelta de la esquina. Estupenda jornada que en la ciudad la marcan dos dolorosas de kilates. En por un lado, en la capilla del Antiguo Humilladero, a la salida de la ciudad por la parte sur, la preciosa Virgen de las Angustias. Bellísima toda Ella y dignificada con un altar de fondo con mucho gusto. Velarios, caldeleros y un fondo de damasco daba forma a esta función solemne de veneración que se extendía desde la medianoche del pasado Viernes, cuando los cofrades de las Angustias celebran el acto del Vía Crucis por la plaza que sirve de antesala a la belleza de la Virgen que recoge a Cristo entre sus brazos.

Durante el día, los hermanos se afanaban para rezar el rosario mientras que un mar de devotos y fieles se acercaban hasta la capilla para venerar a tan magnífica imagen de María que es el centro de la devoción de los cofrades que cierran la jornada del Domingo de Ramos. Destacar que la Virgen estaba colocada sobre una peana preciosa para darle aún más realce al trágico misterio de la Piedad. Enhorabuena a todos ellos.

Si se coge la calle Corredera y se cruza la plaza del Arenal, se llega, pasando el Consistorio, hasta una de las parroquias de más abolengo de Jerez. En San Dionisio esperaba la Virgen del Mayor Dolor. Punto y aparte. Belleza desgarrada que abre los brazos ante el dolor de ver a su Hijo coronado de espinas, con un cetro en las manos y una clámide como signos de la realeza. La imagen del Mayor Dolor estaba impresionantemente dulce y guapa al mismo tiempo. Con su gran manto isabelino puesto y perfectamente vestida. Muchos cofrades de la hermandad del Jueves Santo se encontraron durante toda la jornada alrededor de su joya. Y no es para menos. Se trata de una de las imágenes de María que marca la referencia de Jerez en el mundo de las cofradías. Al fondo de la iglesia, el paso del Señor del Ecce-Homo —imagen que ayer presidía la iglesia de San Dionisio— con sus mejoras hechas de cara a este año. En la esquina, esa otra joya que es el paso de palio de la Señora del Mayor Dolor. Aires de San Bernardo en Jerez. Un palio que vale un imperio. Una cofradía que con sus singularidades y elegancia aporta siempre distinción a la Semana Santa de Jerez.

Nuestra Señora del Mayor Dolor en la parroquia de San Dionisio. Nuestra Señora del Mayor Dolor en la parroquia de San Dionisio.

Nuestra Señora del Mayor Dolor en la parroquia de San Dionisio. / Miguel Ángel González (Jerez)

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios