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La Hermandad de la Clemencia organizó este sábado, 29 de junio la procesión eucarística del Corpus Christi por las calles del barrio de San Benito, dando así culminación a los solemnes cultos celebrados en honor al Santísimo durante toda la semana en la parroquia.
Durante la Santa Misa, en la que se realizó una munición especial de entrada destacando el testimonio de San Pedro y San Pablo como pilares de la fe y la misión de llevar a Cristo al mundo, el Santísimo recorrió las calles en procesión, acompañado por numerosos fieles y hermanos.
Una de las notas más destacadas del acto fue la participación activa de los grupos jóvenes de distintas hermandades de la ciudad, tanto del Martes Santo como de la Unión de Hermandades y otras cofradías vecinas. Desde la tarde del viernes y mañana del sábado, con alegría y entrega, colaboraron en la ornamentación del recorrido, decorando con alfombras de sal tintada y altares efímeros las principales calles del itinerario.
El Santísimo fue dirigido por el equipo de capataces de Eduardo Biedma y portado por costaleros, contando con la música de la Banda Municipal de Gerena, que acompaña habitualmente a María Santísima de Salud y Esperanza.
El cortejo fue una verdadera manifestación pública de fe, con una numerosa afluencia de público a lo largo del itinerario, en un ambiente marcado por la alegría, la fraternidad y el recogimiento eucarístico. Las calles de San Benito, engalanadas y repletas de vecinos, demostraron una vez más su cariño por esta celebración ya asentada en el calendario de la parroquia y que, desde el pasado año, es organizada plenamente por la Hermandad de la Clemencia.
Desde la Junta de Gobierno se quiere destacar el trabajo y la implicación de todos los grupos jóvenes participantes, así como el esfuerzo de los distintos grupos parroquiales, vecinos y colaboradores que han hecho posible una jornada verdaderamente ejemplar. En palabras del director espiritual de la Hermandad de la Clemencia, Ignacio Gaztelu: “ver el paso del Santísimo en medio de nuestro barrio, en este clima de hermandad, unión, alegría y compromiso juvenil, es una muestra viva de Dios y su Iglesia”.
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