Pablo Baena Rodríguez | Pregonero de la Semana Santa 2022

“El pregón será un agradecimiento a la ciudad de Jerez”

  • Pablo Baena Rodríguez pregonará la Semana Santa de la ciudad tras dos años de parón literario cofrade en el Teatro Villamarta

  • El pregonero afirma haber “escogido esta Semana Santa como la mía”

El pregonero, Pablo Baena, en el palquillo de toma a la espera de que tras dos año pase la primera.

El pregonero, Pablo Baena, en el palquillo de toma a la espera de que tras dos año pase la primera. / Manuel Aranda (Jerez)

—Esta es la entrevista que más se ha hecho de rogar ¿Han sido dos años de espera que se han traducido en un calvario?

—A ratos. Por muchas cosas. Sobre todo por la incertidumbre social y económica del país, y la incertidumbre de un futuro incierto de cara a  cuándo iba a acabar todo. Soy una persona que me gusta tener todo bajo control. Y lo que se nos vino encima era imposible de dominar. Entré en fase de desestabilización cuando llegó la pandemia.

—Es usted ordenado y metódico.

—Siempre he sido caótico pero me he obligado a hacerme disciplinado para muchas cosas y la situación que estábamos viviendo me hizo me hizo perder el control.

—Cuál fue el año más duro, ¿El 2020 o 2021?

—Fueron circunstancias distintas. La de 2021 teníamos el aliciente de que pudimos participar de la celebración litúrgica pero el 2020 no fue así. Sufrí más en el 2020. Sobre todo por no poder asistir a las celebraciones en las iglesias. No hubo cofradías pero sí tuvimos Semana Santa. No poder acudir a la iglesia a vivir el triduo pascual fue lo que más me afectó. Las cofradías cuando llueve no salen. Estamos hechos a eso.

—¿Cómo pregonero cuándo lo pasó peor?

—El año 2020 fue de conmoción. El 2021 fue la desesperación. El primer año tuve una compañía muy grande y afectuosa por parte de los pregoneros anteriores. Lo disfruté enormemente porque me arroparon a través de un grupo de WhatsApp al que me incorporaron. Hicimos hasta unos juegos florales literarios muy bonitos. Nunca lo olvidaré. En 2021 fue la desesperación porque no supimos nada hasta el final. Se hablaba de una Semana Santa con procesiones distintas, y al final no hubo nada. Era desesperante ver que todos estábamos en la calle pero el Señor y la Virgen se encontraban en las iglesias. Sentía mucha impotencia por no tener a lo fundamental en las calles.

—¿Cómo se efectúa esa llamada en la que se le comunica que se suspende el pregón?

—Me llamó ‘Dioni’. Era la terrible noticia de la suspensión. De todas formas fue algo dosificado porque antes de la llamada definitiva se habló de hacerlo con un pequeño número de asistentes, después en un espacio abierto, o incluso a través de la radio. Después vino el confinamiento y ya no se podía hacerse nada. Yo hubiera estado a la disposición del consejo si se hubiera hecho en un formato distinto. Lo hubiera asumido.

—Pero no hubiera tenido sentido hacer un pregón donde al final no va a haber procesiones.

—Efectivamente. Yo entiendo que el pregón del Villamarta es para las cofradías. El pregón de la Semana Santa es el pregón pascual que se canta todos los años en la vigilia. Era como enseñarte el caramelo y no dártelo.

El pregonero en el patio de entrada de la capilla de San Juan de Letrán. El pregonero en el patio de entrada de la capilla de San Juan de Letrán.

El pregonero en el patio de entrada de la capilla de San Juan de Letrán. / Manuel Aranda (Jerez)

—¿Te has visto muy arropado?

—Muchísimo. Por ambos consejos. Me siento muy arropado y acompañado desde que fui designado. Y me siento muy feliz y animado con este compromiso. En el consejo también encuentro el abrazo de la ciudad. Jerez desde el principio me ha recibido con la categoría que tiene. Y también arropado por las cofradías que son extraordinarias. Muy acogido y muy emocionado desde que fui nombrado en septiembre de 2019.

—¿Cuántos pregones ha escrito?

—El primero y este. Dos.

—¿En 2021 no escribió nada?

—Sí. Pero aquello no quedó estructurado. Sobre todo porque no sabíamos qué tipo de Semana Santa íbamos a tener. Así que no llegué a estructurar nada. Era como escribir sobre una Semana Santa desconocida. Hubiera salido del paso en el caso de tenerlo que haber dado. Pero no hubo nada importante ese año.

—¿Cuántos folios escritos?

—Muchísimos. A mí me gusta escribir y por eso he disfrutado una barbaridad escribiéndolo. Aunque hayan sido dos. He escrito mucho sobre las vírgenes de Jerez porque me encantan y por la satisfacción que me proporcionan las dolorosas jerezanas.

“En el año 2020 tuve una compañía muy grande y afectuosa de los pregoneros anteriores”

—¿Pero el que hoy va a dar en el Villamarta va a ser el pregón de 2022 o una composición formada por trozos de los dos?

—Va a ser el de 2022. Eso sí, la estructura va a ser la misma porque eso lo he tenido claro desde el principio.

—¿Y cómo va a ser esa estructura?

—Lo que siempre ha sido un pregón. No puedo engañarme a mí mismo. Será el pregón de Pablo Baena.

—¿Ha llegado a pensar que por ser de Bornos los cofrades le van a medir con otra regla?

—Es verdad que puede haber gente que piense que cómo puede venir uno de fuera a pregonar la Semana Santa de Jerez. Pero la Semana Santa de Jerez es la he elegido como mía. Mis hermandades de Bornos las disfruto y las trabajo. Y también he vivido muchos años en Sevilla y también la he visto. Pero la de Jerez es mi elegida. Aquí tengo mis devociones también y gran parte de mi vida como cofrade. En cualquier caso respeto que haya cofrades que piensen así porque aquí en Jerez hay mucha gente cualificada para darlo y muy bien. En cualquier caso mi obligación como pregonero es que todos salgamos del Villamarta deseando ver cofradías.

—¿Cómo va a vivir ese día?

—Muy emocionado y muy feliz. Con ciertos miedos porque no sabes cómo va a salir en cuanto a declamación. No he leído el pregón como lo haré en el Villarmarta. Lo he repasado pero no lo he declamado. No ha habido ensayo. Por eso quizá hay un cierto miedo. Es un riesgo que corro.

—César Díaz es su presentador.

—Él ha sido la persona que me ha enseñado la Semana Santa de Jerez y sus cofradías. Está muy implicado con muchas hermandades de aquí y él ha sido fundamental para conocer las hermandades de esta ciudad y elegir esta Semana Santa como la mía.

—¿Las marchas?

—Sonarán ‘Cristo de la Expiración’ porque es el himno de la Semana Santa de Jerez, ‘Esperanza de la Yedra’ por la devoción a la imagen a la que va dedicada y porque está vinculada a una época en la que sonaba mucho y yo estaba conociendo la Semana Santa de Jerez. También sonará ‘Pasan los Campanilleros’ porque es mi marcha preferida.

—¿Más verso o más prosa?

—Al cincuenta por ciento. Creo que en la alternancia se facilita la captación de la atención. Es un recurso muy del profesor cuando da clases. Por eso he elegido esta fórmula. Habrá prosa y verso.

—¿Y el escenario?

—La cruz de carey de Jesús Nazareno. El resto lo he dejado a elección del consejo. También yo quiero sorprenderme con algo (risas). Todo igual que como estaba pensado para 2020 porque todo tiene un sentido para mí. Nada está hecho al azar.

“El mío será lo que siempre ha habido en un pregón. No puedo engañarme a mí mismo”

—El pregonero se ha sentado en una silla y ha visto pasar la vida. Ha pasado un consejo, un obispo…

—Cierto. Y también he visto pasar a mi Virgen del Rosario Coronada Canónicamente. Mi abuela, que tenía mucha ilusión por venir al pregón de su nieto, también ha pasado de esta vida a la otra y por desgracia no estará. Falleció con noventa y seis años.

—Estará presente.

—Por supuesto. En espíritu. Ella fue la persona que me enseñó a rezar.

—¿Saldrán todas las hermandades?

—Todas contribuyen a hacer grande la Semana Santa de Jerez y todas tendrán su sitio.

—Y estarán presentes tus devociones jerezanas.

—Por supuesto. Yo soy muy devoto de la Esperanza de la Yedra. Jesús Nazareno, el Prendimiento o El Cristo de la Expiración son devociones casi universales. Pero el bagaje de uno tiene otras devociones porque la misma gente te conecta con las suyas y te la contagian. Es algo muy grande porque son oportunidades para rezar. Todas las devociones suman. Nunca restan. Es como si llega un nuevo hijo a la familia. No se distribuye el amor que tienes sino que se agranda. Esa es la devoción que yo le tengo al Cristo de la Sed y a la Virgen del Amparo. Soy hermano de la cofradía por eso.

—¿A quién va dedicado el pregón de Pablo Baena?

—A la ciudad de Jerez. Indiscutiblemente. Esta ciudad me llena muchísimo de satisfacción. Me ha enriquecido mucho en lo personal y en lo espiritual. Así que el pregón es una acción de gracias a esta ciudad.

—¿Cómo le gustaría que fuera recordado su pregón?

—Insisto en esto último. En un agradecimiento a esta ciudad. Y si hay alguien de los que me escuchen hoy y están alejados de Dios y mi pregón sirve para acercarlos, bendito sea Dios entonces. Habrá merecido la pena todo.

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