La discusión entre dos socios que acabó con el homicidio de uno de ellos en Cornellà pudo deberse a una disputa por el cese de un negocio que ambos querían montar.

El pasado lunes, 29 de enero, Mossos d’Esquadra encontraba el cuerpo sin vida de Ricard Guirao, un joven de 28 años, en el maletero de un coche al que alguien había intentado prender fuego. 

Un negocio fallido

Este joven trabajaba en el restaurante japonés de venta de sushi Telemaki, en Sant Feliu de Llogregat. Fue allí donde conoció a Albert Negre, otro chico de 29 años con el que compartía jornadas laborales y con el que tenía la idea de asociarse para poder montar su propio negocio de venta de comida en un local que se había utilizado como negocio para vender copas en la misma localidad y que, además, pertenecía a la familia de Negre. Para ello constituyeron una sociedad a la que le pusieron el nombre de Àtic Sant Feliu con un capital inicial de 3.000 euros cada uno.

Tal y como ha recogido La Vanguardia, el objetivo de ambos era renovar el aspecto del local de copas y obtener la autorización municipal para poder servir comida japonesa durante el día, al igual que hacían en Telemaki, y seguir con las bebidas alcohólicas por la noche. Sin embargo el Ayuntamiento no le concedió los permisos de apertura al carecer el espacio de acceso para personas con discapacidad. Solo se podía entrar al local a través de unas empinadas escaleras.

Ante este inconveniente y en vista de que la idea que tenían no iba a salir adelante, la semana pasada Ricard le propuso a Negre que, o bien disolvieran la sociedad, o uno de los dos se quedara con ella, para lo que la víctima llegó a decirle que le regalaba su parte.

El homicidio

El pasado lunes Ricard y Albert se encontraron y ante la discusión que empezaron a mantener sobre el futuro de la sociedad que habían constituido, la víctima llamó a sus compañeros en Telemaki para avisar de que llegaría más tarde a su turno laboral. Ante la ausencia prolongada de este y la falta de respuesta a las llamadas realizadas a su teléfono móvil, su familia decidió denunciar su desaparición, explicando a los investigadores que la última persona con la que tenían constancia que había estado Ricard era Albert.

La fachada de la cadena de venta de sushi, Telemaki de Sant Feliu de Llobregat amanecía con un ramo de flores y velas frente a la persiana. El negocio está de luto por la muerte violenta de su propietario. El joven Ricard Guirao, de 28 años, fue asesinado el lunes presuntamente a manos de uno de sus empleados, Albert Negre, de 29 años, con quien además planeaba arrancar un nuevo negocio en un local de copas del municipio, La Terraza. Negre fue arrestado por los Mossos d'Esquadra el martes como autor de la muerte violenta de Guirao.

Su cadáver apareció poco antes de las cinco de la madrugada. Los Mossos recibieron un aviso de que había un coche ardiendo en el pasaje Almáchar de Cornellà. Para sorpresa de los agentes, en el maletero se encontraba el cuerpo de Ricard Guirao. 

La detención

Albert Negre fue detenido tan solo dos horas más tarde, a las siete de la mañana.  Los investigadores sospechan que le asestó un golpe que lo mató, trató de borrar cualquier huella, metió el cadáver en el maletero y le prendió fuego en un pasaje residencial cercano al centro comercial Eroski de Cornellà.

El grupo de homicidios de la región policial metropolitana sur de los Mossos practicó este miércoles el registro del domicilio de Negre y está previsto que hoy pase a disposición de un juzgado de Cornellà que deberá decidir si ingresa en prisión provisional.