Un agente explicó ayer que la pista clave que permitió a los investigadores dar con los dos vehículos que empleó el presunto pederasta de Ciudad Lineal en sus agresiones fue un llavero verde de un concesionario, que una de las víctimas observó mientras el acusado la tuvo escondida en un coche.
La menor que fue agredida en 2014 recalcó que cuando el agresor la introdujo en el coche le pidió que se escondiera en el hueco entre el asiento del copiloto y los asientos traseros del vehículo para evitar que pudiera percatarse del recorrido.
El único ángulo de visión posible para la niña sólo le permitió observar el volante y la llave de contacto, donde se percató de la presencia de un llavero de color verde, de plástico y muy similar a los utilizados por concesionarios.
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