Andalucía

El intenso trabajo de los rescatadores andaluces en Marruecos: “La esperanza es cada vez menor”

Los equipos de emergencia andaluces trabajan en Marruecos tras el terremoto

En la noche del viernes 8 al sábado 9 de septiembre Marruecos vivió uno de los peores terremotos de su historia reciente, con un nivel cercano a la magnitud 7 en la escala de Richter y un epicentro que se encontraba a tan solo 60 kilómetros a la ciudad de Marrakech. Esta ciudad ha sido una de las más afectadas por el seísmo, además de las localidades de Al Hauz, Tarudant y Chichaua, que han sufrido daños casi irreparables. El terremoto llegó a sentirse en el sur peninsular y zonas de Andalucía.

Este seísmo ha provocado la muerte de unas 2.500 personas, unos números que siguen en aumento. A esto se le suman los heridos y desaparecidos, a quienes los equipos de rescate marroquíes e internacionales (que proceden de países como España, Reino Unido, Catar y Emiratos Árabes Unidos) están buscando en las zonas afectadas.

Las imágenes de los momentos del terremoto y sus consecuencias han dado la vuelta al mundo. Entre los testigos que han sobrevivido hay algunos andaluces cuyos testimonios de esos momentos de miedo han sido recogidos por diversos medios.

Los testimonios de andaluces que vivieron el terremoto

Carlos Álvarez Leiva se encontraba en Marrakech por motivos de trabajo cuando tuvo lugar el terremoto. El fundador de la Fundación Samu, un servicio andaluz de emergencias médicas, se encontraba en la ciudad para hacer unas gestiones entre la rama de la fundación en España y la marroquí.

Según ha contado en una conversación con Diario de Sevilla su experiencia profesional le ayudaron en el momento del terremoto. "Me sobresaltó lo que vi en la calle. La algarabía del momento me hizo ponerme en alerta y salir fuera del edificio. Allí fue donde empecé a valorar la dimensión de la situación", aseguraba, sobre esta noche "enloquecedora" en la que también colaboró con los servicios médicos.

Álvarez Leiva no era el único andaluz en Marrakech esa noche. Una familia malagueña, procedente de Alhaurín de la Torre, se encontraba en la ciudad aprovechando los últimos días de vacaciones antes del inicio del curso escolar cuando se produjo el terremoto.

En declaraciones para el medio Diario Sur, la malagueña Elena Aguilar, contó cómo sintieron el momento del seísmo: "un temblor enorme, las puertas de los armarios se abrían y cerraban con rapidez; era tan fuerte que botábamos en el suelo de la habitación". La familia salió hasta la piscina del hotel por las escaleras, donde pasaron la noche con otros turistas, la mayoría procedentes de Málaga y Granada, según recoge el medio.

También una familia de Lucena que se encontraba de visita en la ciudad marroquí ha contado su experiencia a un medio local, Diario Córdoba. La familia también pasó la noche a la intemperie tras el seísmo, pero aseguraron lo siguiente: "gracias a Dios, estamos bien". Un mensaje escueto, en parte por los problemas de cobertura que afectaron a las comunicaciones esa noche.

En los días posteriores al terremoto también han llegado nuevos testimonios, como el de un fotógrafo de Huelva que se encuentra en Marruecos y que ha contado a Huelva Información la situación en el país. "Las poblaciones afectadas por el terremoto de 6,8 grados registrado la noche del viernes están sumidas en el caos y la desesperación, subsistiendo con los suministros más básicos y precarios", ha compartido con el medio.

Además, ha relatado que la situación es aún peor en las localidades pequeñas y que muchas casas están afectadas, hasta el punto de ser "inhabitables". Añadía además que "toda ayuda es poca porque aunque la esperanza de rescatar a gente con vida es cada vez menor, aún hacen falta manos para mover escombros", además de recursos básicos para los supervivientes y otro tipo de ayuda como perros de rescate.

La misión SAMU, esperanzada aún

La misión de rescatistas y sanitarios de Fundación SAMU que partió desde Sevilla dirección a Marruecos tras el terremoto de este fin de semana se mostraba "muy esperanzada" por la "inmediatez" con la que se ha actuado, puesto que "no han pasado ni 36 horas desde que se produjo el seísmo y el operativo está trabajando ya en la aldea de Adassil", situada al suroeste de Marraquech, que fue el epicentro del catastrófico terremoto, que arroja hasta el momento más de 2.100 víctimas mortales y en torno a 2.400 heridos.

La misión desplegada en el país vecino está formada al respecto por 19 personas: cinco médicos, dos enfermeros, ocho técnicos de Emergencias Sanitarias y cuatro especialistas en rescate acompañados de dos perros

"En principio, los profesionales desplegados en la zona permanecerán allí realizando tareas de auxilio y rescate, como mínimo, hasta el viernes, cuando está previsto que se haga una revaluación de la situación", añaden. El lugar escogido para llevar a cabo esas labores humanitarias ha sido el designado por el Gobierno de Marraquech.

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