Testimonio

Fayna, la esposa maltratada por El Yoyas, la que estaba obligada a "cocinar con amor"

Un vídeo de 'Qué tiempo tan feliz', con Fayna y El Yoyas en 'GH 2001', donde se conocieron

Un vídeo de 'Qué tiempo tan feliz', con Fayna y El Yoyas en 'GH 2001', donde se conocieron

"Yo llevo un monstruo dentro, nena", le reconoció Carlos Serrano El Yoyas a su pareja, Fayna Bethencourt, después de una de sus habituales palizas. Los espectadores de Gran Hermano 2 ya tenían evidencias cuando el participante fue expulsado por su violencia en aquella edición de 2001. Fue la primera expulsión disciplinaria de este formato, entonces presentado por Mercedes Milá.

Fayna, que formó pareja con su maltratador al salir ambos del espacio, convivió con El Yoyas durante 16 años, con dos hijos en común, y una dramática experiencia de años de agresiones de todo tipo y de maltrato físico y, en especial, psicológico. Serrano es un prófugo de la justicia, huyó a un bosque para no cumplir su condena de prisión de seis años.

La canaria era entrevistada este martes por Risto Mejide en Viajando con Chester, en Cuatro, donde relató todo lo sufrido y su testimonio es un calco de cómo actúa un maltratador, un acosador en lo sexual ("enfermizo", le define Fayna) y que extiende su opresión a todos los aspectos. La esposa debía vivir recluida en casa y tenía que hacerlo todo bien. En la cocina, debía guisar "con amor". Si la comida no estaba preparada a su gusto, si no estaba "hecha con amor", había que tirarla. "Hazme un huevo frito", era su exigencia. Y asi todo.

Fayna Bethencourt este martes en 'Viajando con Chester' Fayna Bethencourt este martes en 'Viajando con Chester'

Fayna Bethencourt este martes en 'Viajando con Chester' / Mediaset

La sucesión de dramas diarios ha sido sobrecogedor. "Era verme llorar en la ducha sentada, temblando", y le hacía ver que le había pegado, que había sido cruel. "Pero eres tú la que me has tocado lo cojones", le culpabilizaba. Por momentos entiende que ella no era consciente del maltrato.

Al marcharse por primera vez de casa con sus hijos, El Yoyas comenzó a mandarle  whatsapp y audios amenazantes. Si le bloqueaban, los enviaba a los móviles de sus hijo.  Cuando su hija, entonces con 10 años, le enseña "mira lo que ha puesto", Fayna presentó la primera denuncia en el juzgado. Su ex marido le obligó a retirarla y la policía ya le advirtió entonces que se iba a arrepentir.  

"De buena, soy gilipollas", reconoce. Fayna creía que podía pasar página, "has compartido 16 años y has vivido cosas bonitas pero con una persona así es imposible que las cosas no acaben mal", admitió Bethencourt ante Risto Mejide. La segunda denuncia ya fue en Gran Canaria, adonde se desplazó Carlos Serrano. Lo que parecía que iba a ser un tranquilo encuentro con los hijos se torció desde la primera comunicación con amenazas al saber él que su ex mujer convivía con una nueva pareja. "Cambia el tono al llegar a Canarias y dice que me ha visto. Volví a sentir miedo. Me vi en la misma situación, corriendo de casa con mis hijos". Tuvo que huir y fue entonces, apoyada por su familia, cuando presentó la siguiente denuncia. "Exteriorizar las cosas me ha venido bien", como señalaba en su entrevista  en Cuatro de este martes.

Entre otras vivencias, Fayna recuerda que él le prohibió trabajar. Pese a que atravesaban condiciones económicas difíciles, él se negaba a aceptar cualquier trabajo. "Era El Yoyas y no quería ir a trabajar a una fábrica o como camarero", se sorprende aún.

También lamenta que fue "un personaje polémico, pero querido", engañando al púbico y haciendo creer que él decía las verdades a la cara y justificaba su actitud chulesca. Fayna Bethencourt ha vivido un calvario desde el primer momento pero no se percató de su difícil realidad hasta estar lejos de su maltratador.

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