GANADERÍA: Toros Salvador Domecq, buenos en líneas generales. Destacó la clase y duración del tercero. TOREROS: Juan José Padilla, oreja y dos orejas. Paquirri, palmas y oreja. Salvador Vega, dos orejas y oreja. Incidencias: Plaza de toros de Baza. Tres cuartos de entrada.

Tarde de buen toreo la que se vivió ayer en la centenaria plaza de toros de Baza. Una tarde donde Salvador Vega y Juan José Padilla cortaron tres orejas y abrieron la puerta grande, mientras que Paquirri solo pudo pasear un trofeo.

La faena de mayor quilate fue la que realizó Salvador Vega al segundo de la tarde. Un toro noble de Salvador Domecq al que Vega cuajó muy bien con el capote. Un quite por chicuelinas a pies juntos hizo que el público vaticinara una faena buena. Así ocurrió, Vega dio una magistral lección de toreo templado y de pellizco. Esta faena en una plaza de mayor importancia es de la que cambian la carrera de un torero. Una faena inteligente, de gran nivel con naturales de uno en uno y hasta el final de la cadera. Una media y estocada hasta la empuñadura acabó con el animal. Dos orejas.

El sexto fue un toro inválido, que salió descordinado. En este toro se vivió un hecho insólito ya que la presidencia del festejo decidió devolver al sexto por falta de fuerzas instantes antes de que Salvador Vega entrara a matar en su faena de muleta. Las protestas del público fueron de tal calibre, llegaron a arrojarse objetos al ruedo, que el palco, evitando un posible altercado de orden público, sacó el pañuelo verde a pesar de Vega llevaba varios minutos con la muleta. Salió un sobrero del mismo hierro al que toreó bien con el capote pero desarrollo poca clase. Embestida muy bruta. Vega realizó una faena de menos a más, llena de detalles y que concluyó con un arrimón.

Padilla cortó tres orejas en una tarde completa. El jerezano demostró firmeza y variedad. Invitó a Paquirri y Vega a poner banderillas en el cuarto al que le cortó dos orejas.

Paquirri solo paseó la oreja del quinto, un toro noble con el que estuvo voluntarioso. Ante el primero de su lote, estuvo por encima de un toro parado y no tomó vuelo la faena.