Toros

Se fallaron los premios El Cabezo

  • Perera y El Juli se reparten los principales premios de una interesante feria taurina

Sin prisas, por aquello de que el toreo es despacio, con criterio por aquello de fundamentarse desde la profunda convicción de un aficionado que se es pero del que no se presume y desde un gratísimo ambiente de compañerismo, el gran ruedo del toreo lo vino a plantar ayer tarde el jurado taurino de la 18 edición de los premios taurinos El Cabezo en casa de uno de los patrocinadores, El Corte Inglés, de un evento que junto a Huelva Información han cumplido cerca de la afición onubense estos dieciocho años de vida taurina.

Soberbia jornada taurina, maratoniana por esa idea de dar respiro al toro noble en la plaza y entre paseo y paseo sentirse con la torería necesaria como para debatir con el necesario temple de buen aficionado sobre el toreo bueno de El Fandi, que no sólo ha sido banderillero en esta feria, de lo divino y de lo mundano de un gran público que ha apoyado la feria de su tierra, de lo inmenso de esos 25 años toreros de Emilio Silvera y de tantas y tantas cosas que dan de sí el humo de un cigarrillo en plena calor o la tertulia posterior a unos premios que bajo cualquier cuestión desde las cocho de la tarde de ayer son ya firmes en el acto a de un jurado que este año mantuvo en liza a dos mujeres, onubenses y profundas aficionadas como son la empresaria Begoña Sauci o la modelo y actriz de esta tierra, Laura Sánchez.

En el otro lado, pero unido al buen criterio que como aficionados los ha distinguido, estuvo ese análisis racional y con mucho fundamento de Alberto Delgado, actual director regional de Banesto; Gonzalo Pascual, como empresario y aficionado, y Javier Chaparro, en calidad de director de éste periódico.

Al compromiso of de récord, pertenecen, sin duda, algunos silencios de Maestranza que la crónica debe guardar, aunque hay que reconocer que este ha venido a ser uno de esos jurados que marcan el viaje como aficionado por este mundo taurino a veces lleno de tanta supina sapiencia, cuando en realidad lo que más sobresale de este grupo humano encargado de visar la feria de Colombinas 2011 es sin duda la naturalidad y la suavidad en el embroque al discernir entre la sensibilidad, lo que no ha podido ser, por no ser, y lo que sin duda ha sido porque desde luego pertenecen a ese capitulo muy brillante de una feria a la que solo le queda ahora sus galas de premiados. Algo es algo.

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