Toros

El toro, joya genética en el corazón de las dehesas onubenses

  • La temporada del 2015 sirve para volver a poner en valor la notable calidad de las ganaderías de la tierra

Los últimos ecos de la temporada han volado ya sobre ese otoño que se dejó caer impasible entre una dehesa preñada otra vez con manojos de nuevos añojos dando paso a las camadas del futuro. Habrán de pasar sobre ellos cuatro o cinco años hasta hacerse toros en el silencio impasible del campo.

Caído ya del calendario el mes de  noviembre, los ganaderos han vuelto a poner sus lotes de hembras junto al semental hasta que junio vuelva a marcar el calendario de las capeas sanjuaneras. Permanecen impasibles al desaliento a pesar de que andan soportando la mayor parte de toda esta marejada que se cierne sobre el toro y la Fiesta. Son ese valor del que esta provincia  alardea con justicia en la Fiesta de los toros.

Conforma un patrimonio, en el que Huelva impone la mayor diversidad de encastes de todo el campo bravo a nivel mundial. Encastes que han perdurado en toda su pureza a través del tiempo como el gran tesoro genético que sigue siendo en la actualidad. 

No es nada gratuita esta afirmación si tenemos en cuenta que sobre el territorio onubense se asientan encastes como los de Nuñez, Domecq, Villamarta, Atanasio, Veragua, Cuadri  y Benítez Cubero entre otros, repartidos por todo el territorio provincial, en el que además perduró durante muchos años el encaste vazqueño de los Concha y Sierra.

Es notorio que no son los mejores tiempos para el campo bravo. Aun así, los ganaderos soportan estoicamente el diario de la alimentación y saneamiento de sus animales.  Que de todo cuanto suena a toro se aparta de la vista con más prontitud que razón. 

El toro de lidia ostenta uno de los mas exhaustivos estudios genéticos de cuantos existen y Huelva guarda dentro de ella como provincia ganadera unas señas de identidad muy difíciles de conseguir, máxime cuando tantos hierros históricos claudicaron en su existencia y terminaron desapareciendo unas raíces que se antojan difíciles de haber abandonado a su suerte si de otro animal se hubiese tratado.

El presente análisis, aunque abarca la generalidad de todas las ganaderías de bravo presentes en la provincia, quiere, sin embargo, centrarse en todos aquellos que durante la temporada recién terminada dejaron su huella en el ámbito de los cosos onubenses.

Ganaderos de esta tierra que por lo general han triunfado rotundamente en la cercanía de sus aficiones. Así se hace difícil olvidarse casi en la apertura de la temporada de una gran corrida de los dos hierros de José Luis Pereda en el festejo abrileño de Palos de la Frontera. Un conjunto de buena presentación y notable juego, siendo aplaudidos con fuerza los arrastres de segundo, cuarto y quinto y que dejaron el recuerdo de los distintos matices de la casta brava.

En ese mismo ruedo dejaría la impronta de notable toro una corrida del hierro de hermanos Domínguez Camacho. Cumplió de bravo el primero de la tarde, aplaudido en el arrastre, y dejaron la estela de su buena presencia el resto de los astados de los ganaderos serranos, que no lidiaron esa tarde de la pinzoniana su mejor corrida sino que ese honor se presumió anteriormente tras un importante conjunto ganadero en Cortegana, con una señora corrida de toros de la que sobresalió la bravura y raza de un astado de Domínguez Camacho, cuarto del festejo, al que Morenito de Aranda le cuajó una soberbia faena de torero en sazón y con dominio. Toro para aficionados, toro para público, también, pero toro para entender el porqué el animal más pequeño de la tarde es capaz de poner tantas cosas en su sitio. Importante también esa tarde un  toro noble y con clase de José Luis Pereda, que esa tarde compartió cartel ganadero con los ya citados criadores de la tierra.

Importante conjunto ganadero el que dejó también, en cuanto a juego, a finales de agosto en Aracena el hierro de Pereda. Como se ve, ha sido uno de los que más  ha anunciado toros en su tierra aún cuando no pasó por la feria de Colombinas, como ha sido tónica habitual durante los últimos años. Esa tarde sobresalió un excelente toro en manos de Daniel Luque y otro, de impresionante estampa y pareja nobleza, en manos de un inexperto Michelito. 

En fecha coincidente, la del 22 de agosto, los hermanos Domínguez Camacho echan otro buen conjunto de utreros en Santa Olalla del Cala, tarde en la que también lidia tres erales el hierro de Macandro.

 Valverde del Camino planteó dos tardes con ganaderías onubenses: las de Tomás Prieto de La Cal y la de Manuel Ángel Millares. 

Novillada la de tierras de La Ruiza de variado juego y aceptable presencia en líneas generales,  siendo aplaudidos por el público los arrastres de segundo, cuarto, quinto y sexto, y la salida del  quinto. Conjunto ganadero por encima de una terna que no tuvo argumentos para entenderla en su plenitud.

Varios arrastres entre aplausos conseguiría también la novillada del ganadero triguereño Manuel Ángel Millares, que tuvo además el punto culminante de un extraordinario novillo premiado con la vuelta al ruedo y la postrera unanimidad de los jurados taurinos de la feria que terminaron por otorgarle todos los premios de la feria. 

En el resto de presencias está también la de Albarreal en el festival de Almonte la tarde en la que   Finito firmó una bella faena con uno de sus novillos y un bravo eral que cerró festejo frente al incipiente oficio deJuan José Cano. 

En cuanto a los erales lidiados, está fuera de toda duda la bonanza de la novillada que envió Marcelino Acosta para la clase práctica celebrada en el ruedo de Rociana, sobre el que los benítezcubero de La Torre propiciaron la salida a hombros de cuatro de los actuantes y de su ganadero.

Llega el invierno. El tiempo de la reflexión al calor de la lumbre, los nuevos productos de los toros de saca y, sobre todo, la exigencia que el ganadero ha vuelto a intuir a la hora de hacer los nuevos lotes de vacas y sementales. A pesar de todas las dificultades y de esa línea de ingratitud que hoy recae sobre el toro de lidia, un nuevo capítulo de libertad y ecología anda diseminando entre las sombras de alcornoques y encinas lo que habrá de ser el futuro de este toro onubense de nuestros campos.

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