Turismo con encanto

Este paisaje de la provincia de Cádiz atrae a senderistas, a amantes de las aves, de la historia y a marcas de moda

Salinas de Bonanza, en Sanlúcar.

Salinas de Bonanza, en Sanlúcar. / andalucia.org

La provincia de Cádiz presume de poseer todo tipo de enclaves para disfrutar en cualquier época del año. Cuenta con 260 kilómetros de costa y 138 kilómetros de playas: calas, ensenadas, arenales de varios kilómetros. Hay playas con historia como la de Trafalgar, frente a la que se libró la famosa batalla y playas de película como la de La Caleta donde se grabaron escenas del film del agente 007. También destacan sus enclaves verdes como el Parque Natural de Grazalema o de Los Alcornocales, de valor incalculable.

Se podrían destacar decenas de senderos, entre ellos el de la Vía Verde de la Sierra, donde se hallan salpicados los túneles de la antigua vía ferroviaria. Hay canutos, rincones con microclimas tropicales y un gran patrimonio a lo largo y ancho de todo su territorio.

Las Salinas de Bonanza en Sanlúcar

Quizá uno de las bellas estampas mencionadas menos de lo que debería, son las salinas, y más concretamente las Salinas de Bonanza, en Sanlúcar. Se hallan ubicadas en el último tramo del río Guadalquivir, cercanas a la desembocadura, entre dos aguas, allí donde el agua dulce se une con la salada del océano Atlántico, en pleno Parque Natural de Doñana

En su origen su función exclusiva era la producción de sal. Sin embargo, se le concede usos muy diferentes. Recientemente, diseñadores, fotógrafos y otros profesionales y artistas, como Dior, la diseñadora e ilustradora sanluqueña Pepa Bravo y otros no se han podido resistir a la hermosura de este lugar.

Sesión de fotos de Dior en las Salinas de Bonanza, Sanlúcar. Sesión de fotos de Dior en las Salinas de Bonanza, Sanlúcar.

Sesión de fotos de Dior en las Salinas de Bonanza, Sanlúcar.

 escogen este lugar con el fin de utilizarlo como escenario. Allí, en un ‘lienzo’ casi diáfano, en el cual la sal se confunde con el hielo, a veces, incluso, resulta sobrecogedor, gélido realizan los ‘shooting’ o sesiones fotográficas. En algunas ocasiones, el paisaje transmite calidez, especialmente cuando, el sol colorea de tonos anaranjados el cielo en los atardeceres, o la luna se refleja en el agua.

Posee otros muchos atractivos, además de su espectacular belleza ‘tranquila’. Es uno de los lugares preferidos de senderistas y amantes de las aves, dado que, las Salinas de Bonanza son un lugar de paso para las aves migratorias en función de la época del año.

Las Salinas de Bonanza, Sanlúcar. Las Salinas de Bonanza, Sanlúcar.

Las Salinas de Bonanza, Sanlúcar. / andalucia.org

Las salinas de Bonanza forman parte fundamental de la historia de Sanlúcar, durante una de las etapas en la cual la Casa Medina Sidonia fue la encargada de comercializar la sal en todo el territorio. Por tanto, se puede afirmar que las salinas que aún conserva Sanlúcar, tanto Nuestra Señora del Rocío, ubicada en Bonanza, como la salina de Monte Algaida, son escenarios cinematográficos en los que las montañas de blanca sal despuntan en el horizonte del Espacio Natural de Doñana, refugio para las aves, un lugar de belleza inusitada y parte fundamental de la historia de Sanlúcar.

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