Xerez CD

Vicente Moreno atiza también al presidente

  • El técnico asegura que Jesús Gómez le mostró toda su confianza en Sabadell "y horas después pedía mi cabeza". Si la idea es desprenderse del entrenador, “que junten algo de calderilla y me manden para casa"

El técnico escenificó el inexistente 'feeling' con el presidente, al que acusó de doble lenguaje ("en Sabadell me dijo que estaba conmigo a muerte y unas horas después pedía mi cabeza"), avanzó que estuvo a punto de dimitir tras la victoria ante el Hércules, señaló que entendería una destitución por motivos deportivos y que Jesús Gómez "me repite que incluso perdiendo cuatro partidos seguidos voy a seguir siendo el entrenador cuando todos sabemos que eso no es así". No quedó ahí la cosa, ya que Moreno explicó que si los nuevos propietarios quieren echarle sólo deben "juntar una calderilla y mandarme para casa" y se preguntó lo que se pregunta toda la afición: "¿Qué hemos hecho nosotros para merecer esto? Proyectamos una imagen desastrosa".

El valenciano habló alto y claro sobre los nuevos accionistas de la entidad y de la 'confianza' que han depositado en la figura del entrenador: "Se han dedicado a filtrar desde el primer día que estoy más fuera que dentro", aseveró el técnico xerecista, que cree que si todavía se mantiene al frente del equipo es "en primer lugar por el cariño que me tiene la gente y en segundo lugar por la fuerza que tanto Emilio (Viqueira) como los administradores han hecho para que yo siga entrenando al equipo". "Si a eso -prosiguió- le sumas que alguno (en clara alusión a los dueños) tuvo la mala suerte de que ganásemos el día del Hércules, pues un poco me ha mantenido todo eso". Eso sí, Moreno, reflexionando en voz alta, también entonaba parte de culpa porque "nosotros no hemos ayudado ganando dos partidos seguidos, eso es evidente. Entiendo el negocio en el que estoy y que el entrenador depende de los resultados, pero me he visto fuera desde la primera semana".

El preparador azulino desveló que fue él quien llamó hace dos días al presidente tras enterarse de que había pedido su 'cabeza' tanto a Emilio Viqueira como a los administradores concursales. "Le dije todo lo que pienso y que tampoco hay que esperar tanto (para echarle); que es igual de fácil que como en teoría han comprado el club: juntar una calderilla y mandarme para casa. A partir de ahí no sé si estaré mañana o el lunes, ganemos o perdamos, pero es evidente que si no ganamos partidos estoy fuera".

Posteriormente, el técnico explicó que se ha sentido "utilizado" por el presidente. "El día ese famoso que vino a Montecastillo me sentí utilizado con las declaraciones que se hicieron. Me preocupa la imagen que estamos dando al exterior. Cuando uno llega a un sitio debe mirar la historia, conocer un poco Jerez, la idiosincrasia que tenemos aquí sobre todo para no cometer los mismos errores. Me pongo en la situación de los aficionados y me pregunto ¿qué hemos hecho nosotros para merecer esto? No quiero alimentar esto pero al final uno tiene que plantarse y ser claro. El día de Montecastillo, sin yo preguntar, se me dice que soy el entrenador del Xerez y que están a muerte conmigo antes y después de la firma del convenio. Yo soy el primero que dice que dependerá de los resultados porque entiendo que no puede ser de otra manera. Ayer -por el miércoles- me repite que incluso perdiendo cuatro partidos seguidos voy a seguir siendo el entrenador y vosotros sabéis que eso no es así porque ha hablado y os han filtrado informaciones y sabemos que eso no es así. Además, es que sería inconsciente mantenerme en el puesto si perdemos cuatro partidos seguidos. Hay que ir con la verdad por delante siempre. En Sabadell me volvieron a decir que estaban conmigo a muerte y unas horas después sabéis que había pedido mi cabeza en el club". "Él lleva aquí cuatro días y yo trece años. Muchas veces no sé si es faltarme a la inteligencia, no lo sé. Es que si a vosotros os dicen las cosas, a mí también me llegan. Sé lo que hablé con él el sábado tras el partido, sé lo que ocurrió el domingo y el lunes a primera hora y sé lo que hablé cuando le llamé".

Este pulso que está echando el presidente tanto a su entrenador como al director deportivo estuvo a punto de ganarlo el día del Hércules, cuando Moreno, según avanzó ayer, tenía pensado presentar su dimisión: "Puedo decir que la semana del Hércules tenía decidido dimitir si ganábamos el partido, era una decisión que teníamos tomada. Lo que pasa es que luego lo maduras, hablas con personas y te convencen porque hay gente que también depende de ti. Al final uno se da cuenta de que es verdad y que no hay que abandonar. He crecido con las adversidades y si una cosa tengo clara es que si lo he hecho como jugador, como entrenador tiene que ser exactamente igual. Ahora tengo claro que no voy a facilitar absolutamente nada como le dije ayer al presidente".

Por encima de las personas siempre queda la institución y Moreno cree que se le está haciendo un daño terrible al Xerez. "Esto es un sin sentido y me da la sensación de que damos una mala imagen del club. Proyectamos una imagen desastrosa y quiero que quede muy claro que son unas personas recién llegadas que ni mucho menos son el club. Si en algún momento tanto Emilio como yo estamos teniendo una insensibilidad no es ni contra el club ni los aficionados sino en todo caso con ellos", dijo a modo de respuesta al escueto comunicado ofrecido ayer por el presidente en la página web de la entidad.

Emilio Viqueira dijo que se le ha faltado al respeto tanto al club como al entrenador y Moreno va en la misma línea: "Tengo esa misma sensación. Es que no entiendo todo esto. Es normal que cuando una persona llega a un club quiera rodearse de gente de su confianza. Pero cuando se llega a un sitio debes analizar un poco el contexto, las personas que están ahí, su trayectoria y en base a eso actuar".

El director deportivo habló de injerencias e interferencias por parte de Ricardo García en la consecución de los fichajes. En una palabra, pisaron su terreno. Ayer se le preguntó a Moreno si ha recibido consignas para las alineaciones: "No, pero te llega que hacen valoraciones técnicas y tácticas, eso también te llega pero puede entrar dentro de lo normal que tengan su propia opinión".

Jesús Gómez y su grupo, de momento, tienen las manos atadas porque ni tienen la gestión del club ni los administradores piensan devolverla, así que para Moreno, la salida, si de verdad quieren echarle, es poniendo el dinero encima de la mesa: "Reunir un poquito de dinero y tomar la decisión, que están en su derecho, y si no pues ahí están los administradores y Emilio, que al final se tendrán que basar en el tema deportivo". "Si llega el momento que por resultados tienen que meter a otra persona, con todo el derecho del mundo lo tendrán. Pero la sensación es que (para Gómez y compañía) sería una suerte que perdamos unos cuantos partidos seguidos. De alguna manera me ha salvado ganar los partidos de casa pero si encadenamos derrotas hasta sería una irresponsabilidad no buscar soluciones. Pero eso es hablar de otra cosa".

Lo que más preocupa al técnico en el aspecto deportivo es que toda esta guerra acabe por hacer mella en la plantilla: "Esta semana me he encontrado más fuerte que nunca en el trabajo pero esto no ayuda porque al final los jugadores son conscientes de la situación y yo tampoco se la he escondido. Ellos saben que tienen un entrenador que en principio no sabía si iba a llegar al partido del sábado, que tampoco sabe si llegará, ganando o perdiendo, al domingo, y que, en cualquier caso, están un poco esperando a ver si tienen la suerte de que encadene derrotas para que tengan el apoyo de la gente para conseguir esa decisión. Es lo que se está buscando". En la plantilla "quedan pocos jugadores de los que hemos crecido con esta serie de problemas y los hay que no están acostumbrados a estas cosas y deportivamente no estamos todo lo bien que quisiéramos. Es difícil porque se une una cosa con la otra", reveló.

De cualquier manera, Vicente Moreno se ve fuerte: "He crecido con la adversidad y no me va a ser más fácil como entrenador. Llegué aquí en Segunda B. Para que me dieran una oportunidad de jugar en Segunda División tuvimos que ascender y lo mismo para jugar en Primera. Ya de por sí creo que soy afortunado porque me han colocado a entrenar en Segunda División, hasta eso tengo ganado con respecto a cuando era jugador pero al final seré yo quien con trabajo y superación se merecerá estar más arriba o no".

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