La huelga convocada por la AFE para las dos primeras jornadas de Liga se convirtió en centro de debate ayer por la mañana en el vestuario del Xerez. Chema y Capi, dos de los capitanes de la plantilla azulina, fueron los representantes del plantel en la reunión celebrada en Madrid el pasado jueves y antes del entrenamiento se encargaron de explicar al resto de sus compañeros la situación.

Chema trasladó a sus compañeros el mensaje de Luis Miguel Rubiales y sigue pensando que la situación es complicada. "Esto se veía venir, la AFE lleva mucho tiempo advirtiendo a la LFP. La situación es delicada porque hay muchas cosas que solucionar y un convenio colectivo no se redacta en dos días".

"Va a ser -añade el portero alicantino- una semana dura, pendiente del teléfono, pero no nos queda otra. Las partes se verán nuevamente el martes y el miércoles y a ver cómo termina todo esto. Lo que sí tenemos claro es que si no se arregla todo no vamos a jugar, hay muchas cosas que cambiar. No podemos presumir de la mejor Liga del mundo cuando hay tantos futbolistas sin cobrar y cuando clubes en concurso siguen realizando fichajes".

El calendario para la próxima temporada es muy apretado y los jugadores a día de hoy no se han parado a pensar qué pasará si al final hay parón. "En estos momentos, lo que menos nos preocupa es el tema de las fechas. No tenemos ni idea de cómo lo van a solucionar. No tenemos fechas".

Juan Merino, técnico xerecista, como prácticamente todos los entrenadores de Primera y Segunda, no ha dudado a la hora de apoyar a sus futbolistas. "Los jugadores están en su derecho de ir a la huelga si consideran que su situación laboral no es la que merecen. Todos están unidos, defienden sus ideas y lo veo bien. Ojalá se solucione todo cuanto antes por el bien del fútbol".

Por su parte, Antonio Millán, presidente xerecista, destacó que "es un contencioso entre dos partes y se resolverá negociando. Yo comprendo las dos posturas. Los futbolistas quieren un fondo de garantías mayor pero igual la Liga, aunque quiera, no se lo puede garantizar. Es problema es grave. Es de suponer que el Consejo Superior de Deportes terminará mediando. Esto es como si tu en casa tienes a un empleado del hogar al que pagas 600 euros y de pronto te pide 1.500. Ambas partes están condenadas a entenderse y ambas partes tendrán que ceder".