A los pocos de Chapín les motiva el amarillo

Pintaban bastos con seis partidos sin ganar -ya son siete- y el Submarino acechando a la línea de flotación del Deportivo. Pero debe ser que a Chapín le motiva el amarillo, porque cuando peor eran los presagios -ríase usted del fin del mundo de los Mayas, que el descenso a Segunda B es mucho peor o si no que le pregunten al vecino de allá-, cuando menos gente va a Chapín -qué pena ver a menos de cuatro mil quinientos en el coso xerecista-, va el equipo de Esteban y da la cara ante el equipo amarillo, un Villarreal con más plantilla que equipo: si sigue jugando así fuera de casa Julio Velázquez lo va a pasar muy mal y el Submarino se va a quedar varado.

Parecía que el Xerez se conformaba con el empate: que Keita fuese el más aplaudido de la primera mitad confirmaba las expectativas. Cero a cero y Chema de portero, gracias a las dos manos que metió ante Cavenaghi y un Uche que ha conocido tiempos mejores. Para empinar la cuesta arriba, José Mari, crack azulino, hace crack pero de verdad. Mala suerte. Sale Tato: ya no se puede decir que a Chapín ayer no fue ni el Tato.

Pero a Palatsi, de Segunda B en un equipo de Primera, no le prueban los azulinos mientras en el Fondo -Sur, por supuesto- está lo bueno, ese puñado de irreductibles que no paran de animar y de cantar. Ensayo de zambombas que está a punto de convertirse en un zambombazo en una recuperación de Bruno, apertura al Rey y centro desde la banda -lo que le gusta a Esteban- para la llegada desde atrás de Tato, que sigue gafado en Chapín y se estrella con el poste. Más madera...

El palo anima a la grada; bueno, a los que fueron. Entre los que no, se echó de menos al patriarca Miguel Rubio, restableciéndose del susto del Girona. Le esperamos contra el Huesca, don Miguel.

Sale Pandiani pero el que carga el rifle es Marcos, Marquitos para un Villarreal que vuelve a tocar madera; los amarillos ya no juegan tan cómodos, Don Marcos Senna -una reverencia al mejor jugador de España en la triunfal Eurocopa de Luis Aragonés- no combina con tanta fluidez y el Xerez parece que pierde el miedo a los torpedos del Submarino y sigue llegando pese a los bichos chungos del césped -o como quiera que se llame eso verde y blanco- con más descaro del que cabía esperar por su mala racha y por la entidad del adversario.

Tato tiene otra antes de que Lucas no atine a puerta vacía con Palatsi a por uvas, que llega fin de año. Jaime Latre da un poco de oxígeno a los de Castellón y entre Chema y Oriol dejan la mascletá en fuegos de artificio. Al final, por los aplausos a los azulinos parecía que había más gente. El Xerez dio la tallay a punto estuvo de ganar: ese es el camino. Y no perdió, entre otras cosas porque no sonó el 'Tin, tin Catalina' por megafonía, extremo confirmado por el speaker -entre otras labores- Borja García, cargando de razón a los supersticiosos. Que siga la racha: feliz Navidad a todos y que 2013 sea mejor que el año que vamos a despedir. Tampoco es tan difícil, ni siquiera para este Xerez de nuestras entretelas. Tela del telón.